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GENTE

UNA PRIMERA DE GALA

Ni el mejor guionista soñaría con semejante estreno. A pesar de las reticencias de algún sector del cabildo catedralicio de El Pilar, los cambios estrenados ayer en la ofrenda de flores a la Virgen del Pilar en Zaragoza, fueron todo un acierto. Bigas Luna, que permaneció callado en las horas previas al estreno, diseñó un cambio de estética para un acto, con 40 años de tradición, y que había quedado colapsado en los años ochenta cuando los aragoneses y aragonesas, en medio del fervor autonomista, perdieron el pudor y decidieron salir a la calle el 12 de Octubre ataviados con el traje regional. Por primera vez los más de dos millones de flores engalanaron el manto. Santiago Cihuela, jardinero municipal, más de 24 años en la ofrenda, aseguraba que "hoy las flores no caen a la portería y nosotros tenemos más ayuda". Y es que la anterior disposición, la imagen pegada a la Basílica del Pilar, llevaba a que muchos ramos tuviesen que ser arrojados en la parte trasera, donde nadie los veía. Ayer la imagen miraba a La Seo. Frente a ella actuaban los 336 grupos regionales, algunos con 2.000 participantes. La nueva estructura, 8 metros de alzada por 36 de largo, tejía el manto de las flores. La fluidez fue mucho mayor. El guión de este año ha batido los récords previstos. Medio millón de personas desfilaron desde las ocho de la mañana hasta las cinco menos diez de la tarde. El concejal de Festejos, Juan Bolea, no ocultaba su satisfacción. La alcaldesa, Luisa Fernanda Rudi, ataviada de dama del siglo XVIII, reconocía el acierto y los floristas de Zaragoza por boca de su presidente Florencio de Pablo, aseguraban que la flor ganaba y la ofrenda mucho más.-

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