Niños inadaptados
¿Niños con inadaptación escolar y/o profesor con depresión por estrés? Se han creado diez unidades de educación preescolar de tres años según modelo de la LOGSE sin tener previamente resueltas las dotaciones tanto materiales e instalaciones como de personal. El 15 de septiembre nos encontrabamos con unos profesores que tenían que ser superdotados para hacer frente a 22 niños, sin ayuda adicional, a los que se les pide alta motivación profesional, ilusión, preparación y dedicación sin que además compliquen las cosas porque caigan enfermos, pierdan los nervios o se "agarren" una depresión por estrés. Se encontrarán con veintitantos niños, traviesos, vivos, con ganas de juego. Algunos tienen casi cuatro años, otros no han cumplido ni los tres, una diferencia que a esas edades es enorme, marcando diferencias pronunciadas de madurez, autonomía personal, de cuidado y aseo, habilidades sociales y características psicológicas. Unos han pasado previamente por la experiencia de guardería o jardín de infancia, para otros ésta es su primera salida de casa y su primer contacto con el mundo escolar. Con suerte para algunos ese espacio físico en el que deben pasar cinco horas estará acondicionado a su altura y desarrollo físico, no presentará problemas de seguridad e higiene acordes a su edad, y digo con suerte porque la realidad que nos encontramos es bien distinta. El profesor tendrá que atender tanto a la educación escolar propiamente dicha como al niño que tiene que ir al servicio y no sabe quitarse el pantalón o la ropa, al que se ha hecho pipí encima y está totalmente mojado, al que esté malo con fiebre o acaba de vomitar, a la pelea de dos niños por un juguete (problemas normales de posesión en esta edad), al niño que está llorando porque se acuerda de... o se siente el más pequeño del grupo y no sabe qué hacer, y al otro que todo es "no" (pues es su forma de autoafirmarse). Este profesor deberá ser un superhombre o supermujer para tener una paciencia infinita, un autocontrol a prueba de "niños de tres años", una capacidad especial, afecto a los niños y una motivación que no decaiga ante la impotencia, ya que, de momento, no tendrá ningún personal de apoyo en su clase. Con mucha suerte también y bastante improbabilidad no habremos creado niños con fobia e inadaptación escolar... ¡Vaya comienzo para ellos!- , madre de niña de tres años. .
