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TOUR 98

Olano abandona en el kilómetro 96

El ciclista no pudo soportar los dolores de su caída en el Aubisque el día anterior

Carlos Arribas

Abraham Olano durmió mal pese a que antes de acostarse había tomado analgésicos, antiinflamatorios y sedantes. El fortísimo golpe en el muslo y en el hombro derechos, producidos por una caída bajo la niebla en la cuarta curva del descenso del Aubisque, apenas le permitían moverse en la cama. El dolor era intensísimo. "Había perdido hasta carne, tenía en la cadera un agujero del tamaño de una moneda", explicaba su médico personal, Iñaki Arratíbel. Allí, caras serias en todos los miembros del Banesto. Olano, refugiado en el autobús, apenas salió el tiempo justo para firmar y partir. Ojeras. Declaraciones en voz baja: "No he pasado muy buena noche. Ya veré cómo voy". ¿Qué puede pasar? "Es imprevisible", dice Jesús Hoyos, el médico del equipo que iba a seguir la etapa por si era necesaria su ayuda. "Lo mismo entra en calor y aguanta, pensando que el día siguiente es de descanso y puede recuperarse, que lo mismo se baja a los 10 kilómetros". Aguantó un poco más. Se bajó en el kilómetro 96, en el avituallamiento."Al principio sufría, pero aguantaba porque se subía a un ritmo cómodo", cuenta Eusebio Unzúe, su director. "Pero cuando se empezó a acelerar la carrera, en el puerto de Core, vio que no podía sentarse y sólo podía pedalear de pie y con mucho dolor. Y la cosa iba a peor en cada metro". "No tenía sentido seguir. Es una pena", explicó después el corredor. "Tenía la intención de luchar, pero veía a mis compañeros que me esperaban mientras yo no podía seguir su ritmo. Las molestias iban a más, el dolor era muy fuerte. He hablado con mis directores y hemos decidido que era mejor bajarse". Es la segunda retirada por caída de Olano en el Tour. En 1994, su debú, se cayó en la segunda etapa y se retiró por temor a una rotura muscular. En 1995 no pudo correr al romperse la clavícula un mes antes. No pudo terminar la última Vuelta.

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"Teniendo una lesión tendinosa en el muslo, el riesgo era que degenerara en una tendinitis crónica", explicó Arratíbel después. Olano podría haber terminado la etapa perdiendo mucho tiempo y se habría visto obligado a abandonar después. Es la tesis médica. Si las cosas van bien, Olano podría volver a entrenarse en una semana.

José Miguel Echávarri se declaró "sorprendido" por el abandono. "Olano es tan sufrido que cuando le pregunté por la mañana no me dijo lo mal que estaba".

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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