El Consell de Cultura alcanza el pacto lingüístico
"El valenciano, idioma histórico y propio de la Comunidad Valenciana, forma parte del sistema lingüístico que los correspondientes Estatutos de Autonomía de los territorios hispánicos de la antigua Corona de Aragón reconocen como lengua propia". Esta definición del valenciano y una referencia a que las Normas de Castellón de 1932 fueron el punto de partida para la "normativización consolidada" de la lengua propiciaron el acuerdo entre los representantes del PP y los socialistas que ayer culminó en la aprobación de la ponencia sobre el valenciano en el Consell Valencià de Cultura. Los dos consejeros de Esquerra Unida y los tres de Unión Valenciana (uno de ellos en plaza del PP) se opusieron al acuerdo, por motivos distintos. Hubo también votos particulares de dos consejeros socialistas. El pacto lingüístico, que prevé crear una nueva institución normativa, es considerado un hecho histórico por sectores de la derecha y la izquierda.
» El valenciano es parte del sistema lingüístico que reconocen como propio los Estatutos de los territorios de la antigua Corona de Aragón » Grisolía afirma que, con la aprobación del informe de la ponencia sobre la lengua, se ha logrado "un pequeño milagro" » Los regionalistas protagonizan las críticas más duras en el pleno del máximo órgano consultivo del la Generalitat en materia culturalEn la medianoche del viernes, consejeros del PP y del PSPV llegaban a un acuerdo para la redacción de la ponencia sobre el origen del valenciano, la normativa que lo rige y la institución de referencia que ha de regularlo. La nueva definición de la filiación de la lengua de los valencianos la sitúa en el sistema lingüístico que los estatutos de los antiguos territorios de la Corona de Aragón reconocen como lengua propia. Para José Boronat, de Unión Valenciana, -que formuló un voto particular en el que calificaba el texto aprobado ayer como "una entrega a los activos invasores catalanistas, que ahora he conocido de cerca"-, sistema lingüístico equivale a lengua y, por tanto, el dictamen considera al valenciano una parte de la lengua catalana. De otro lado, Vicent Álvarez, de EU, formación que se posicionó en contra del acuerdo por motivos diametralmente diferentes, el texto "no llega a los mínimos exigibles para que la ambigüedad no pueda generar problemas" al reconocer la unidad del catalán. El hecho cierto es que los únicos Estatutos de Autonomía de territorios de la antigua Corona de Aragón, además del valenciano, que se refieren a una "lengua propia" son el de Cataluña y el de Baleares, y ambos aluden a la lengua catalana. Socialistas y populares no quisieron entrar en disquisiciones sobre lo que es un reconocimiento efectivo, aunque indirecto, de los criterios científicos e históricos sobre el valenciano y centraron sus valoraciones en la importancia histórica del acuerdo alcanzado ayer, un pacto lingüístico que el PP calificó como "un paso importante en la resolución del conflicto lingüístico desde el rigor y el consenso" y cuya importancia comparó el PSPV-PSOE a la aprobación del Estatut d"Autonomia en 1982. En el pleno de ayer del Consell de Cultura, que aprobó el documento (la sanción definitiva del dictamen completo sobre la lengua se hará el próximo día 13), participaron 20 de los 21 miembros del máximo órgano consultivo de la Generalitat en materia cultural (faltó el consejero socialista Vicente Aguilera Cerni por motivos de salud). El presidente del organismo, Santiago Grisolía, que calificó el pacto como "un pequeño milagro", estableció un sistema de votación por apartados que impidió visualizar el apoyo global al documento (15 a favor,-ocho del PP y siete de los socialistas-, frente a cinco en contra, -tres de UV y dos de EU-), aunque difuminó también los votos particulares, al poder votar los consejeros que apoyaban la ponencia en blanco o a favor algunos aspectos del texto propuesto por EU.
PP y PSPV coinciden en que la superación de los intereses partidistas ha hecho posible el acuerdo
"Acaban muchos años de posiciones enfrentadas". Así se expresaba ayer en privado un miembro del Consell de la Generalitat, que no quiso hacer declaraciones públicas, siguiendo la consigna dada por Zaplana de que sólo se pronunciara oficialmente el PP valenciano a través de un comunicado. Los populares resaltaron en su escrito que fue Zaplana quien lanzó hace ocho meses la iniciativa de encargar el dictamen sobre la lengua al Consell Valencià de Cultura, aunque apuntaron que "no es el momento de grandes declaraciones, ni mucho menos de ponernos medallas". "El PP de la Comunidad Valenciana espera que este amplísimo respaldo conseguido hoy se convierta en un futuro no muy lejano en unanimidad de todas las posiciones sociales y políticas de nuestra Comunidad", añadió el partido del presidente de la Generalitat. La apuesta de Zaplana, que ha sabido llevar adelante el pacto lingüístico pese a la influencia en su base electoral de los medios más virulentamente anticatalanistas y pese a su coalición de gobierno con los regionalistas de UV, era ayer destacada por miembros de la izquierda. A su vez, fuentes del PP resaltaban el firme compromiso demostrado por el secretario general del PSPV-PSOE, Joan Romero, en una coyuntura compleja como la de las elecciones primarias y el fuerte debate interno. Unos y otros expresaron un reconocimiento mutuo e insistieron en que el pacto lingüístico desborda los intereses partidistas. Joan Romero recordó ayer que, al plantearse la propuesta, la acogió como "una cuestión de Estado". El acuerdo, según el dirigente socialista, "tiene una importancia histórica equiparable al Estatut d"Autonomia". Romero agradeció a los miembros del CVC y a quienes han apoyado el pacto su comportamiento de "ciudadanos responsables" y su actitud "por encima de intereses partidistas". Según el líder del PSPV, ahora el valenciano "será motivo de unión", su normativa pasará a ser cosa de los expertos y los políticos tendrán que ocuparse de promover su uso social "en las escuelas, la Administración y las instituciones". Para hacer posible esa euforia de los dos partidos mayoritarios, el Consell de Cultura tuvo que celebrar por la mañana su pleno decisivo. "No la apruebo porque no la reconozco como lengua valenciana". José Boronat repitió un ritual que ha protagonizado en todos los plenos del organismo en el punto de la aprobación del acta de la sesión anterior. Este consejero propuesto por Unión Valenciana aportó el voto particular más duro contra la ponencia, con descalificaciones que sonrojaron a más de uno. Menos virulento, pero igualmente amargo y dolido fue el voto particular de Leopoldo Penyarroja, al que se sumó el vicepresidente del CVC, Xavier Casp, máximo símbolo de las tesis que rechazan que el valenciano forme parte de la lengua catalana y de quien el PP había esperado que acabaría sumándose al consenso. "El pueblo valenciano pierde toda garantía futura de respeto y preservación de la auténtica lengua valenciana, de la que en definitiva es el único heredero y propietario", señalaba el texto de ambos. Por su parte, Vicent Álvarez y Carmen Morenilla, de EU, propusieron como alternativa a la ponencia pactada un texto que introducía una referencia explícita a la sentencia del Tribunal Constitucional en la que se reconoce la legalidad del término lengua catalana en el ámbito universitario, así como una redacción alternativa a la definición de la naturaleza de la lengua (aludiendo al sistema compartido con Cataluña, Baleares, Andorra, la franja oriental de Aragón, el Rosellón, L"Alguer y otros territorios) y una recomendación del Institut Interuniversitari de Filologia Valenciana como entidad normativa o un organismo nuevo en el que explícitamente nombrase la Universidad a la mayoría de sus miembros. A la definición de la naturaleza de la lengua que hacía EU se sumaron en sendos votos particulares los consejeros socialistas Ferran Torrent y Rosa Serrano, quienes apoyaron en su conjunto el texto de la ponencia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.