Las reticencias del Institut Interuniversitari, de EU y UV, últimos obstáculos del pacto lingüístico
El resultado de la reunión extraordinaria y urgente que hoy celebrará el Institut Interuniversitari de Filologia Valenciana (IIFV) será de una gran trascendencia para que el pacto lingüístico pueda llegar a buen puerto. Las matizaciones o reticencias del organismo universitario y la actitud que Esquerra Unida y Unión Valenciana decidan adoptar en la defensa de sus enmiendas a la propuesta de dictamen que discute el Consell Valencià de Cultura (CVC) son consideradas claves para la viabilidad de un acuerdo sobre la polémica lingüística. El pleno del CVC está previsto que se reúna el próximo sábado.
La importancia de que el Institut Interuniversitari, aunque haga alguna precisión técnica, acepte el marco general de la propuesta que discute el Consell de Cultura radica en que se trata del organismo que representa la voz de las universidades valencianas con estudios de filología. Para él han reclamado la autoridad normativas las instituciones académicas. Pero, además, los socialistas, como también Esquerra Unida, han señalado que no aprobarán nada en la mesa del CVC que no cuente con el visto bueno de la comunidad universitaria. Miembros del CVC en representación de los socialistas señalaban ayer que el organismo que dirige el catedrático de la Universidad de Valencia Antoni Ferrando tiene una importante responsabilidad a la hora de elaborar hoy una posición sobre el denominado pacto lingüístico. Por otra parte, en el seno del propio CVC existe preocupación por el nivel de flexibilidad que darán a sus posturas tanto los representantes de Esquerra Unida como los de Unión Valenciana. Sobre la mesa, los consejeros de EU han puesto algunas redacciones alternativas al borrador de dictamen que aportaron a debate el secretario del organismo, Manuel Sanchis Guarner, nominado por los socialistas, y el consejero del PP Joaquín Calomarde, tras desbloquearse los trabajos por la intervención del presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, y el secretario general del PSPV, Joan Romero. Las enmiendas que defiende EU pretenden precisar los puntos que se refieren al origen del valenciano, en el sentido de concretar más la unidad lingüística del área de habla catalana y de introducir una referencia a la sentencia del Tribunal Constitucional de abril del año pasado, que reconoce el uso del término lengua catalana para aludir al valenciano en el ámbito universitario, así como al desarrollo de las Normas de Castellón de 1932, que el borrador reconoce como punto de partida para la normativización del valenciano y la formación de izquierdas quiere que se acompañe de una alusión al "código normativo" implícito en su desarrollo posterior. También pretende EU que se detalle mucho más la composición y facultades de la institución normativa sobre la lengua que se incluye en la propuesta, una institución que el borrador denomina Academia Valenciana de la Lengua y que prevé compuesta por 21 miembros, a elegir por dos tercios de las Cortes por "largos periodos de tiempo". La actitud de Unión Valenciana es igualmente causa de preocupación. Defensora de las tesis secesionistas sobre la lengua, sus representantes se mantienen en los debates del CVC, pero las declaraciones de los dirigentes regionalistas apuntan una "insatisfacción" sobre lo que está planteado en la propuesta de dictamen cuyo alcance final está por ver. En esta semana decisiva para el pacto lingüístico, la ponencia del CVC que prepara el dictamen encargado por las Cortes se reunió de nuevo en la tarde de ayer. Hoy está previsto que celebre otra sesión. Mientras tanto, el pleno del máximo organismo consultivo de la Generalitat en materia cultural que, en principio, debería aprobar la resolución, se ha retrasado hasta el próximo sábado, un día en el que hasta ahora nunca había celebrado reuniones el organismo que preside Santiago Grisolía.
