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El Comisionado para la Droga lanza una campaña masiva para dejar de fumar

El Comisionado para la Droga andaluz ha lanzado una campaña masiva para dejar de fumar, consistente en el reparto de cientos de miles de folletos, pegatinas e incluso programas para abandonar el hábito del tabaco. La campaña, combinada con anuncios de televisión en Canal Sur, ha provocado cerca de 200 llamadas diarias a los teléfonos de información del comisionado de personas que pretendían no echarse más humo a los pulmones, una costumbre que en España causa la muerte prematura de más de 40.000 personas cada año. La campaña ha consistido en el reparto de 5.000 ejemplares de un plan para dejar de fumar; de más de 100.000 ejemplares del folleto Fumas, dirigido especialmente a los jóvenes; de otros 320.000 ejemplares para quienes, pese a todo, insisten en encender un cigarrillo y de 800.000 postales y pegatinas contra el consumo de tabaco. Los estudios científicos aseguran que dejar de fumar es un proceso que consta de varias fases o estadíos, según un informe publicado en la revista Adicciones por Elisardo Begoña, autor del folleto para dejar de fumar que reparte el Comisionado para las Drogas, dependiente de la Consejería de Asuntos Sociales. Dicho estudio asegura que los métodos de moda para lograr la abstinencia, como el chicle o los parches de nicotina, tienen una eficacia reducida. "La eficacia promedio de abstinencia para el chicle de nicotina es del 18% en el chicle activo y del 10,6% en el chicle placebo. De modo semejante, para el parche de nicotina es del 20,5% y para el parche placebo es del 10,8%". La eficacia más alta se consigue en aquellos fumadores que plantan el paquete sobre la mesa y no vuelven a fumar sin someterse a tratamiento alguno, según una encuesta de la Unión de Consumidores de Andalucía, realizada con una muestra de 5.000 personas. Sin método Este sondeo asegura que aproximadamente el 70% de los entrevistados que han dejado de fumar lo han hecho sin utilizar ningún método, aunque agrega que el sistema más utilizado para combatir los cigarrillos es el parche, seguido muy de lejos por métodos alternativos. La proporción de ex fumadores sigue creciendo y ya representa un 20% de la población, frente al 36% de los ciudadanos que sigue con el vicio. De estos, las personas con mayor poder adquisitivo (entre 18 y 40 años) son las que más gastan en tabaco: destinan una media de entre 3.000 y 5.000 pesetas mensuales a la compra de cigarrillos. La mayoría de estas personas (el 62%) cree que las advertencias sobre los peligros de fumar que vienen en las cajetillas no sirven para nada y que los cigarrillos bajos en nicotina apenas reducen el riesgo para los fumadores.

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