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Afiliados del PP de Marbella acusan a su presidente de ser "marioneta" de Gil

Un centenar de militantes del Partido Popular (PP) en Marbella han pedido la destitución del presidente local del partido y portavoz municipal, Alfonso Carlos Gutiérrez de Ravé, a quien reprochan su débil labor de oposición en el Ayuntamiento, hasta el punto de que consideran que existe una "absoluta complacencia" de éste con Jesús Gil. En una carta dirigida a la dirección provincial llegan a calificar a Gutiérrez de Ravé, que también es diputado autonómico, de "marioneta en manos de nuestro ilustre señor alcalde".

La carta, a la que ha tenido acceso El País Andalucía, ha sido ya firmada por más de un centenar de afiliados, pero esperan contar con unas 400 antes del día 29, fecha que se han dado de plazo para enviar la misiva al presidente provincial, Manuel Atencia. Aseguran estos militantes que ya están hartos de que la voz del PP no se oiga en Marbella, más aún cuando existe una crítica generalizada a la actuación de Jesús Gil en la alcaldía. En la carta aseveran de Gutiérrez de Ravé: "Lejos de oponerse a los manifiestos abusos de poder y arbitrariedades de nuestro equipo de gobierno municipal, ha contribuido, por omisión en sus actuaciones a que en Marbella se piense que existe una absoluta complacencia y colaboración de nuestro partido, en la oposición, con el GIL". Como ejemplo más significativo citan el caso del PGOU y de las irregularidades urbanísticas del alcalde que han motivado más de 100 impugnaciones ante los tribunales, y que han tenido como respuesta el silencio del PP. Tampoco se explican los militantes críticos cómo el PP en el Ayuntamiento, donde tiene dos concejales, ha dejado también pasar el caso Sierra Blanca, urbanización propiedad del primer teniente de alcalde donde se han detectado ciertas anomalías. Para estos militantes, la situación ha llegado a un punto insostenible en el que se hace "necesaria y urgente" la sustitución de De Ravé como presidente local. "No queremos vernos representados ni un sólo día más por quien tan malamente nos representa y, en consecuencia, por quien no nos sentimos representados". Las críticas internas a Gutiérrez de Ravé, que desde 1990 es diputado andaluz, no son nuevas. En la asamblea donde salió reelegido presidente local el 8 de marzo de 1997 ya hubo un movimiento alternativo que finalmente retiró su candidatura ante la mediación de la dirección provincial. Pero este tiempo ha servido para que el cuestionamiento de su labor se generalice dentro del partido, acompañado de todo tipo de sospechas y rumores sobre sus relaciones con el grupo gobernante, el GIL. El propio De Ravé reconoció la existencia de estos comentarios. Aunque de momento la ejecutiva no se ha pronunciado, sí es conocida su voluntad de cambiar de cabeza electoral en Marbella. Gutiérrez de Ravé ha defendido su trabajo y ha asegurado que no comparte los métodos del PSOE de recurrir constantemente a la vía judicial. Partidario de una oposición constructiva, ha recordado que hay que ser cuidadosos con las descalificaciones a Gil porque los electores de éste votan al PP en los comicios generales y autonómicos. También se ha quejado de la dificultad de hacer oposición en Marbella.

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