El PSOE presentará a Cristina Almeida como candidata contra Ruiz-Gallardón
El pacto se buscaba desde hace años y ahora está a punto de conseguirse. El PSOE y Nueva Izquierda han firmado un preacuerdo por el cual la diputada Cristina Almeida, de 53 años, será la candidata de estas dos fuerzas políticas para la Comunidad de Madrid. El acuerdo, impulsado por el secretario general de la Federación Socialista Madrileña (FSM), Jaime Lissavetzky, y por el secretario general de Nueva Izquierda (NI), Diego López Garrido, tiene que ser refrendado por el comité regional madrileño y por la ejecutiva federal del PSOE.El pacto de estas dos organizaciones políticas supone que el PSOE no llevará a cabo el proceso de elecciones primarias para la Comunidad de Madrid. Joaquín Leguina será el candidato al Ayuntamiento de Madrid, si es que ningún otro de sus compañeros de partido deciden competir con él en las primarias socialistas.
Las conversaciones se han llevado con absoluto mutismo para no malograrlas y a punto está de conseguirse el acuerdo total, según reconocieron ayer a este periódico participantes en la negociación. El compromiso del PSOE y de Nueva Izquierda para presentar a Almeida, diputada nacional y presidenta de NI, lleva aparejada la renuncia a luchar por la Comunidad de la presidenta de la FSM, Cristina Alberdi.
Dirigentes de la FSM reconocen su "admiración hacia Alberdi por haber estado dispuesta, primero, a ser la candidata para el Ayuntamiento; después para la Comunidad, y ahora para dar un paso atrás definitivo y seguir ocupándose de las tareas parlamentarias". "Todo han sido facilidades y se ha mostrado entusiasmada por el hecho de que el PSOE y NI hayan sido capaces de ponerse de acuerdo", dijeron fuentes de la ejecutiva madrileña.
Durante años el PSOE ha esbozado un escenario ideal en el que los candidatos para Madrid debían salir por consenso de las fuerzas de la izquierda. Nunca ha sido posible. Con NI las conversaciones empezaron hace semanas y terminaron con un estrechamiento de manos el martes entre Jaime Lissavetzky y Diego López Garrido. Ahora bien, el entorno del secretario general de la FSM quiere dejar claro que no se puede hablar de pacto cerrado hasta que no lo aprueben las 600 personas que componen el comité regional de la FSM, y lo avalen posteriormente los órganos federales que dirige Joaquín Almunia.
La comisión permanente de la FSM, compuesta por las personas que tienen área de responsabilidad en la ejecutiva, ha dado ya oficiosamente el sí a la iniciativa de Lissavetzky y confía plenamente en que tanto ejecutiva como comité regional no ponga objeciones a un acontecimiento que consideran histórico.
PASA A LA PÁGINA 3
"Cristina Almeida es una apuesta valiente que aglutina a la izquierda", aseguran en el PSOE
VIENE DE LA PÁGINA 1Podría ser que las llamadas a la unidad de la izquierda no sean para algunos tan atractivas como la posibilidad de presentarse a unas elecciones primarias. Si el acuerdo sale adelante, el PSOE no haría primarias para la Comunidad de Madrid, ya que habría por delante un hecho que se consideraría superior: la citada unidad. Algunos dirigentes madrileños comentan en tono de broma que para la Comunidad había ya nada menos que 13 aspirantes a entrar en la carrera de las primarias. Todos ellos tendrán ahora que frenar su ímpetu y dejar paso por aclamación a Cristina Almeida.
"Es una apuesta valiente y audaz, responde a la idea de aglutinar a los sectores de la izquierda y potencia las posibilidades electorales". Así se expresa un miembro de la dirección del PSOE de Madrid, para argumentar la bondad del preacuerdo. Lissavetzky y su equipo han meditado mucho sobre la conveniencia de dar un paso de este calibre. Al final no les cabe la menor duda de que es beneficioso, por lo que puede tener de ilusión para sectores progresistas madrileños que desde hace tiempo esperan un candidato común de la izquierda.
Otro aspecto a solucionar en los próximos días es el rótulo bajo el cual Almeida se presentará a las elecciones. Es un asunto que no es del todo baladí, ya que el PSOE nunca ha prescindido de sus siglas, aunque sí ha ido acompañado de otras. A Cristina Almeida es seguro que este aspecto le preocupa poco, dada su personalidad poco proclive a pelearse por cuestiones formales.
Los dirigentes socialistas que conocen el preacuerdo consideran que es magnífico porque para competir con Alberto Ruiz-Gallardón les parece bastante inútil presentar a alguien "políticamente correcto".
Cristina Almeida nació el 24 de julio de 1944 en Badajoz. Hija de un abogado que fue concejal del Ayuntamiento de Madrid en tiempos de Carlos Arias Navarro y tercera de seis hermanos, estudió hasta los 11 años en su ciudad natal. En 1955 se trasladó a Madrid. Años más tarde ingresó en la Universidad Complutense, donde se licenció en Derecho. En 1964 ingresó en el PCE. En las elecciones municipales de 1979 fue elegida concejal del distrito de Fuencarral, con Tierno Galván como alcalde. En 1981, el entonces secretario general del PCE, Santiago Carrillo, la expulsó del partido, junto a otros cuatro concejales, por haber apoyado un acto de Roberto Lertxundi y Mario Onaindía, miembros de Euzkadiko Ezquerra. El Tribunal Constitucional les dio la razón un año más tarde y volvieron a ocupar sus cargos de concejales. Diputada de IU por Madrid en 1989, en 1996 asumió la presidencia de Nueva Izquierda (PDNI). En la actualidad, es diputada por el Grupo Mixto.
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