Los ecologistas arremeten contra la construcción de la isla artificial de tiro militar frente a la costa de Cádiz

La Confederación Ecologista Pacifista de Andalucía (CEPA) anunció ayer una "batalla social y jurídica" contra las intenciones del Ministerio de Defensa de levantar una isla artificial frente a las costas de Cádiz, a la altura del polígono de la Costilla (a medio camino entre San Fernando y Cádiz), donde el Gobierno planea trasladar las prácticas de tiro que en la actualidad se realizan en la playa de Camposoto. Este proyecto, denunciado la pasada semana por el grupo municipal de Nueva Izquierda en el Ayuntamiento de Cádiz, encuentra ya una frontal oposición de los ecologistas, que desde hace varios años habían demandado la desmilitarización de la Bahía de Cádiz. "No entendemos que un territorio tan poblado como éste y declarado en su mayor parte Parque Natural siga acogiendo maniobras militares", subrayó ayer Juan Clavero, coordinador de la CEPA, que se mostró sorprendido por este anuncio: "Todo lo que sea incrementar o aumentar la presencia militar nos resulta increíble, máxime cuando se está hablando de una instalación tan absolutamente sorprendente y desproporcionada como una mole artificial como blanco de tiro". Clavero no ocultó el camino que pretende seguir la Confederación Ecologista en el ámbito social y en los tribunales para evitar la construcción de una isla para prácticas de tiro. "Nos vamos a oponer denunciando ante la opinión pública el riesgo que significa el aumento de la presencia militar en la Bahía, al tiempo que, mediante la vía jurídica, intentaremos que no se altere y modifique toda la dinámica del litoral que afecte al parque natural y al futuro de las playas de las que depende buenamente la economía de la zona". El coordinador de la CEPA advirtió de los perjuicios que esta instalación puede originar en la comarca gaditana como argumentos para rechazar las tesis que sostienen que este proyecto será beneficioso para la población de San Fernando, toda vez que la playa de Camposoto quedará liberada para su uso civil. "Eliminamos la presencia en la playa para incrementarla en la zona litoral donde se va a bombardear y disparar a una isla artificial en un enclave muy utilizado como campo de regatas en el que se detecta un futuro pesquero y naútico importante", lamentó Clavero, que realizó el siguiente llamamiento al Ministerio de Defensa: "No nos sentiremos más seguros porque tengamos allí un polvorín y nos estén bombardeando parte de nuestro territorio, sino porque el Ministerio decida de una vez desmontar las instalaciones militares de la Bahía que no tienen ningún sentido".