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Delegaciones del PSOE y de la CUT mantienen una cita reservada para propiciar el diálogo de la izquierda

Lourdes Lucio

Representantes del PSOE de Andalucía y de la Candidatura Unitaria de Trabajadores (CUT), el socio más radical de Izquierda Unida, celebraron ayer en un hotel de Sevilla una reunión para tratar sobre la convocatoria de la huelga contra la OCM del aceite de oliva y para favorecer un clima de colaboración entre la izquierda andaluza. El encuentro fue silenciado por los dos partidos y se celebró de manera reservada para no crear expectativas de acuerdo. Se trata, según uno de los asistentes, de un primer tanteo entre ambas organizaciones previo a la convocatoria de una cita oficial. La entrevista viene precedida de varios contactos informales celebrados en la sede del Parlamento de Andalucía a instancias del alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo. La delegación socialista la integraban el secretario de Organización, Luis Pizarro, y el responsable de Política Institucional, José Caballos. Del lado de la CUT acudieron su portavoz, Juan Manuel Sánchez Gordillo, el alcalde de El Coronil, Diego Cañamero, y el responsable de comunicación, Antonio Sánchez. La entrevista fue solicitada por la CUT, formación que celebrará en la primera semana de julio un congreso y que pretende ser un punto de referencia autónomo dentro de Izquierda Unida, tras los últimos avatares de la federación. La CUT se adelanta de este modo a la propia dirección regional de IU, en la que se empieza a oír voces significativas (la que más, la del secretario general del PCA, Felipe Alcaraz) en favor de un acercamiento al PSOE con vistas a los posibles pactos tras las elecciones municipales del próximo año. La dirección andaluza de IU no tenía conocimiento oficial del encuentro, aunque hoy está previsto que la CUT informe al coordinador regional, Antonio Romero, de lo tratado. La reunión se desarrolló en un buen clima y sobre la mesa hubo dos temas: la huelga del próximo día 14 en defensa del sector del aceite y el diálogo entre la izquierda. La CUT cree que se debe garantizar el éxito de la protesta por lo que propuso acciones comunes de carácter institucional junto con el PSOE. Los socialistas, por su parte, reiteraron su apoyo a las movilizaciones convocadas por el sector, pero dejaron claro que el protagonismo recae sobre las organizaciones agrarias y que la extensión de la huelga en las zonas productoras a toda Andalucía, como defiende Izquierda Unida, corre el riesgo de fracasar. Ambos partidos también abordaron las conflictivas relaciones de la izquierda andaluza y coincidieron en que hay que poner el acento en lo que les une y no en lo que les separa. Se trata, según dijo uno de los asistentes, en crear un clima de entendimiento para poder hablar en el futuro y evitar situaciones como las que se produjeron en los ayuntamientos de Córdoba, Málaga y Huelva, donde la falta de acuerdo entre los grupos municipales del PSOE e IU propició que el PP accediera a las tres alcaldías.

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