La Liga, en manos del Barça
El Barça ha metido la directa y no le para nadie. En Valladolid recibió un gol en la primera parte, pero el equipo azulgrana mantuvo su plan de juego y se llevó la victoria. Lo hizo en el último minuto, con el valor añadido que tiene ese dato. Se abre un proceso desmoralizador para todos sus perseguidores, algunos de los cuales no necesitan mucho para deprimirse. El Madrid se ha metido en un berenjenal considerable. No sólo ha perdido el campeonato, sino que comienza a sentirse acosado en la pugna por el segundo puesto.A diferencia del Madrid, que es un equipo caótico, el Barça ha persistido en un estilo y en un plan. Jugó mal en una largo trayecto del campeonato y eso le llevó a su mes horribilis en enero. Por aquellas fechas era un equipo vulnerable, perfectamente capaz de desplomarse y tirar el campeonato por la borda. Ahora juega bien y es imposible pensar en nadie que le alcance. Sin el vuelo de la era Cruyff, el Barça es portador de buenas noticias para el fútbol en España: un equipo que se preocupa de cuidar el balón y de sacar el máximo rendimiento de varios jugadores de clase.
Frente a esa propuesta, el Madrid es un caso extremo de desaprovechamiento. A la ausencia evidente de un entrenador capaz de trazar una línea de juego, se añade la despreocupación de sus jugadores, cuyo grado de compromiso con la suerte del equipo ha sido nulo. En estas circunstancias, su próximo partido frente al Bayer Leverkusen llega entre el pesimismo general de su hinchada, que desconfía abiertamente de la suerte de su equipo.
Al Madrid le aprietan varios equipos. El Betis comienza a olfatear el segundo puesto, la Real Sociedad se recupera de un periodo de malos resultados con una victoria contundente frente al Espanyol y hay esperanzas para el Celta, que cedió un empate en Balaídos ante el Tenerife, y el Athletic, que juega hoy frente al Mallorca.
El otro gran damnificado de la jornada es el Atlético, cuyo estado es preocupante. Comienza a dar síntomas de conflicto. Le queda la Copa de la UEFA, pero ya se escucha ruido de sables en el Manzanares.
