Profesionalismo versus proteccionismo
La AFE ha convocado una huelga de los profesionales de los equipos de la Primera y Segunda División. La razón que esgrimen no es otra que su oposición a la presencia de jugadores extranjeros en nuestro fútbol en un número que consideran excesivo. El estatuto actual es de seis jugadores como máximo por cada plantilla de 25 jugadores, lo que representa un porcentaje del 24%. ¿Puede considerarse que un máximo de 252 jugadores extranjeros frente a un colectivo total de 1.050 fichas es lo suficientemente desproporcionado como para tomar la decisión de paralizar el fútbol de nuestro país? Creo que no. ¿Puede seriamente defenderse el profesionalismo a todos los ni veles de los jugadores y pretender al mismo tiempo medidas proteccionistas que impidan la libre competencia? No parece dificil justificar ambas cosas.Es un hecho que los futbolistas han luchado desde siempre por la defensa del profesionalismo y la consideración de su profesión como una actividad de carácter laboral. Además, la propia Asociación de Fútbolistas Españoles estuvo en la vanguardia de la defensa de los derechos de sus afiliados y en la mente de todos está su apoyo incondicional al jugador Bosman por sus legítimas reivindicaciones. Pero la defensa del profesionalismo a ultranza lleva aparejado, al mismo tiempo, la defensa del concepto de la superioridad de los mejores y ese concepto no conoce nacionalidades ni países. Los aficionados exigen cada día más, un mejor espectáculo y que su equipo gane y acoge a sus ídolos sin discriminación de color, raza o pasaporte. Pretender a estas alturas defender medidas proteccionistas que impidan o disminuyan la calidad del espectáculo parece un esfuerzo dificil de explicar al aficionado. El camino que está siguiendo la AFE es profundamente equivocado. En un mundo cada día más interrelacionado no hay que tener miedo a la competencia, lo que hay que hacer es ser cada día más profesional.
