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Ardanza dejará Ajuria Enea al final de la legislatura por "coherencia personal"

Pedro Gorospe

José Antonio Ardanza confirmó ayer en Vitoria, tras el Consejo de Gobierno, que dejará Ajuria Enea al final de esta legislatura por "coherencia personal" aunque sería "'más cómodo seguir" y está absolutamente convencido de que podría haber estado en el puesto "otros diez años más". El lehendakari, que reiteró no estar cansado ni falto de ideas, fue contundente al asegurar que su ciclo político se acaba y que incluso rechazaría una hipotética propuesta del PNV para sustituir como presidente del partido a Xabier Arzalluz. "Ahora", dijo, "mí compromiso es facilitar una transición no traumática al nuevo candidato".

En medio de una gran expectación, José Antonio Ardanza, vestido con un traje azul y corbata a juego, adoptó un tono distendido para confirmar su decisión, ya conocida, de abandonar el palacio de Ajuria Enea en el otoño del próximo año.Poco dado al humor en público, el lehendakari incluso se permitió el lujo de bromear sobre la cantidad de agua que iba a tener que tomar para responder a todas las preguntas. "Si me alargo, avíseme", pidió a su jefe de prensa, entre las risas de los asesores y periodistas que le siguen habitualmente.

Luego, se puso manos a la obra y dedicó buena parte de su intervención, tras el Consejo de Gobierno, a explicar que su intención fue siempre la de permanecer en el cargo no más de dos legislaturas. En ese sentido, intentó cambiar la Ley de Gobierno para limitar el tiempo de los presidentes. Pero, ante los problemas jurídicos que planteaba la reforma, optó por comunicar su abandono inicial el 3 de febrero de 1991, primero, y, finalmente, cuando accedió a presentarse a su cuarta legislatura, en 1994.

"Un pacto no escrito que se ha respetado", declaró ayer. "Ahora", añadió, "mi nuevo y último compromiso con el partido es facilitar una transición sin traumas al nuevo candidato a lehendakari que salga del proceso ya abierto por el PNV".

Ardanza fue aupado al puesto de presidente en 1984, sucediendo a Carlos Garaikoetxea, en un contexto de crisis de su partido que se materializó con la escisión de 1986 y el surgimiento de Eusko Alkartasuna como alternativa nacionalista. En el otoño de ese año los socialistas ganaron las elecciones autonómicas, pero, no obstante, permitieron que el PNV mantuviera a su candidato al frente del Ejecutivo. Ardanza se consolidó como presidente en 1988 con el triunfo del Pacto de Ajuria Enea y se ha mantenido como tal durante 12 año que pueden convertirse en 13 s no hay un adelanto de las elecciones generales.

Precisamente, Ardanza afirmó ayer que "no habrá elecciones anticipadas porque la sociedad no quiere elecciones", así como que "tampoco habrá inestabilidad ni provisionalidad en el Gobierno vasco". De esa manera respondía a las críticas del consejero de Justicia el socialista Ramón Jáuregui que criticó no sólo el futuro in mediato del Ejecutivo autonómico, sino también el papel que está jugando en la actualidad e Pacto de Ajuria Enea. "Ambos se quedan en una situación de interinidad que los devalúa", había advertido Jáuregui.

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Sin embargo, la figura del lehendakari también ha recibido duras críticas. Ardanza encabezó, como máximo representan te de Ajuria Enea y en medio de los atentados de ETA, una gran manifestación popular a favor del trazado oficial de la autovía de Leizarán, que une Guipucoa y Navarra, mientras su partido negociaba un trazado alternativo que finalmente triunfó.

En cualquier caso, Ardanza dijo ayer que en ningún momento de su trayectoria ha ten do dificultades para seguir la disciplina de partido. Ni cuando fue alcalde de Mondragón, ni en su época de diputado general de Guipúzcoa, ni como lehendakari. "Los partidos tiene mucho que decir cuando trabjan para construir un Gobierno. A partir de ese momento son los Gobiernos los que hablan. Por lo tanto, ningún problema", concluyó.

Saber euskera perfectamente

El día 12 acabará el plazo para que las organizaciones municipales del PNV remitan a la sede de Bilbao sus candidatos. Xabier Arzalluz también hizo una consulta secreta a los miembros de su ejecutiva, aunque todos comieron juntos antes para intercambiar opiniones.El propio José Antonio Ardanza no se quedó atrás en un proceso que durará muchas semanas y puso en conocimiento de Arzalluz su opción. Aunque ayer no llegó a pronunciarse sobre el perfil que debería tener el que llene con su imagen los carteles electorales del PNV, sí adelantó que "el conocimiento del euskera debe ser una condición que se cumpla suficicientemente".

Casi de un plumazo dejó temblando al vicelehendakari, Juan José Ibarretxe, que está aprendiendo el idioma a marchas forzadas. Es como si, por afinidad territorial, se situara al lado, aunque sin citarlo, del diputado general de Guipuzcoa, Román Sudupe.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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