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Ernst paga una compensación a Coopers para zanjar su conflicto legal

Jesús Mota

Las auditoras Coopers & Lybrand (C & L) y Ernst & Young (E & Y) firmaron ayer un acuerdo, instado por Ernst & Young de Estados Unidos, que pone fin al enfrentamiento jurídico entre ambas firmas plasmado en la demanda de Coopers contra Ernst por supuesta competencia desleal en el fichaje de cinco socios de la división de consultoría de C & L. El acuerdo establece una indemnización a Coopers en torno a cinco millones de dólares, el reconocimiento expreso de que E & Y "lamenta" la situación creada por tales contrataciones y la renuncia a todos los procesos judiciales.

Las sociedades de auditoría Coopers & Lybrand y Ernst & Young firmaron ayer un acuerdo que pone fin al litigio jurídico suscitado entre ambos a raíz de que en diciembre de 1995 Coopers, que preside Angel Luis Linares, presentara una demanda civil contra Ernst por supuesta competencia desleal. Dicha demanda estaba originada por la contratación de cinco socios de su división de consultoría por parte de Ernst, que desmantelaban prácticamente la división de consultoría de la firma, otros cuatro directores y hasta 84 empleados más. Coopers llevaba ante los tribunales la defensa del concepto de que los socios de las auditoras no son meros empleados sujetos a la legislación laboral y los límites de la contratación entre profesionales cuando implican trasvases de información y gestión estratégica.Los términos del acuerdo son los siguientes:

Ernst & Young compensará a Coopers & Lybrand por una cantidad que se aproxima a los cinco5 millones de dólares, pagada por la matriz norteamericana de E & Y, pero imputable a E & Y Consulting española, la sociedad para la que fueron fichados los socios de Coopers.

Ernst & Young "lamenta" ("Express regret") la situación creada por sus contrataciones. El reconocimiento implícito tras el término regret -que puede entenderse como arrepentimiento- provocó que el presidente de E & Y España, José Luis Díez, rechazara inicialmente el acuerdo, hasta que le fue impuesto por la matriz americana.

Coopers retiene el 50% del valor de las acciones de sus ex socios, hoy en Ernst (algo más de 100 millones de pesetas).

Desestimiento de todos los procesos planteados, tanto las demandas principales como los recursos contra ellas y las reclamaciones que puedan existir por diversos conceptos. Los firmantes confían en "restablecer el clima de buenas relaciones que venía existiendo entre ambas".

La iniciativa para terminar con el primer proceso por competencia desleal en España partió de Roger Nelson, responsable mundial de consultoría de E & Y. Nelson hizo una oferta de diálogo sobre el caso español a Peter Benson, socio de enlace de Coopers. Ambos llegaron a un acuerdo el pasado 12 de julio, transmitido a las filiales españolas. Diez, como se ha visto, se opuso al término "lamentar", hasta que fue impuesto.

El acuerdo se produce después de que las decisiones judiciales intermedias más importantes sobre la demanda -adopción de medidas cautelares por parte del juez, que impedían la relación profesional entre los socios contratados y E & Y, y el auto de la Audiencia provincial confirmando tales medidas- fueran abiertamente favorables a Coopers y ofrecieran suficientes indicios de que podía considerarse el "ilícito por competencia desleal". Por ejemplo, el auto de la audiencia que ratificaba las medidas cautelares aseguraba textualmente: "No puede argüirse que esas noventa y tres personas [contratadas por Ernst] se encontraban en el mercado como consecuencia de su insatisfacción profesional ante la desacertada gestión que se estaba realizando en la firma, cual tal aserto está ayuno de todo refrendo justificativo" y describía "la práctica desaparición y desmantelamiento casi total del cuadro directivo de la división de consultoría" de Coopers.

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