La plantilla del Barcelona califica de "insolidario" a Stoichkov
Las reivindicaciones de Hristo Stoichkov, enfurecido por no jugar contra el Austria de Viena, han quedado aplazadas. Sus asesores le han hecho entender que su situación es más débil que las de los otros tres extranjeros del Barcelona. El técnico, Johan Cruyff, y los directivos comprenden su enfado, pero, aunque no será multado, no admiten su proceder. La plantilla es más dura. Algunos compañeros le califican de "insolidario".
Romario ha convertido a Koeman y Stoichkov en un único jugador en la Liga: se reparten el banquillo. Eso cambia en la Copa de Europa. El búlgaro ha sido sacrificado en dos de los tres partidos. En el otro, en Kiev, el brasileño estaba con su selección. Stoichkov replicó agriamente el miércoles: "Quiero, una reunión con el presidente y el entrenador". Además, criticó a Koeman: "Hay otros que lloran y, después, juegan". Josep María Minguella, su asesor, le hizo desistir de su empeño de plantear un ultimátum al club.Josep Lluís Núñez manifestó: "Sé del temperamento de Hristo, pero creía que había madurado. Más enfadados que él deberían estar Bakero e lván". Cruyff tampoco le dio trascendencia: "Es positivo que se haya enfadado". Carles Rexach, el ayudante del holandés, le puso a salvo: "Todo controlado. Ni multa ni reunión. Casos así ha habido más de uno, pero no se hicieron públicos. Hristo es temperamental. Pensó que habíamos hablado con Koeman y se equivocó. Su futuro no peligra."
En cambio, varios jugadores están molestos por la actitud de Stoichkov y sus acusaciones contra Koeman. "Entiendo su enfado", dijo ayer éste, "pero hay que ser mejor compañero. El miércoles no lo fue. Hay que ser honesto y respetar a los demás. Me ha molestado. Si tiene problemas, que hable conmigo. El culpable de que no jugara es el entrenador, no yo. Se deben cortar reacciones como la suya para no enrarecer el ambiente". Michael Laudrup fue claro: "No está bien lo que ha hecho".
Bakero, por ejemplo, también se mostró contrariado por no alinearse ante el campeón austriaco, pero midió sus palabras:, "Las cosas del vestuario son para guardarlas en el vestuario. Espero que, en adelante, no se den opiniones gratuitas".
