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Los inversores denuncian que BFP actuó de forma coordinada con quienes emitieron pagarés falsos

Los inversores perjudicados en el escándalo de los pagarés colocados por BFP Gestión y Asesoramiento Financiero -creada por Salvador Forcadell, Joan Basols y Jordi Planas demunt- consideran que esta empresa intermediaria actuó de forma coordinada con las sociedades emisoras: ANISA, Dynamic, Euro-Maquinaria y Omisa, entre otras. En la documentación que sustancia la denuncia de los inversores consta que, además de los pagarés, BFP captó 1.500 millones de pesetas para la compra de deuda pública sin reembolsar las cantidades y utilizando "engañosamente el concepto de anotaciones en cuenta".

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BFP creó una red de financiación de empresas en dificultades mediante la captación de dinero negro entre diferentes inversores particulares, según informan fuentes jurídicas y financieras de Dynamic. Esta sociedad, emisora de este tipo de deuda, se halla actualmente en suspensión de pagos y su administrador, Josep Ignasi Pujades, es uno de los de tenidos. Para la empresa creada por Basols, Forcadell y Planasdemunt, el beneficio de estas operaciones procedía de cobrar unos altos intereses a las empresas -algunas fuentes afirman que eran superiores al 23%- y ofrecer una rentabilidad por en cima de la del mercado a los capitales ocultos al fisco.Las empresas afectadas indican que entre los compradores de los pagarés intermediados por BFP figuran conocidos personajes del mundo empresarial y con importantes volúmenes invertidos individualmente. Sin embargo dado que se trataba de dinero negro, estos acreedores, en algunos casos, han rehuido incluso identificarse como tales en los expedientes de suspensión de pagos.

Conexiones orgánicas

Los inversores afectados por el presunto fraude, que alcanza 4.000 millones de pesetas -otras fuentes conocedoras del escándalo sitúan la cantidad en 8.000 millones-, afirman que BFP tiene conexiones orgánicas con alguna de las sociedades emisoras de pagarés. Esta pista, aportada por los denunciantes a la sección de delitos económicos de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona y que consta en las diligencias seguidas ahora por el juez, resume que BFIP es la principal responsable del presunto fraude puesto que diseñó la estrategia del complicado proceso. Por ejemplo, en el caso de Omisa, una de las empresas emisoras de pagarés, su administrador único, Jordi Martí Ceballos, aparece en otras sociedades controladas por los accionistas de BFP.BFP ofrecía en el mercado, a partir de mediados de 1990, pagarés emitidos por Anglo Naval e Industrial, SA (ANISA), contra facturas que debía pagar Telefónica y de cuyo cobro se encargaría la propia BFP, aplicando las cantidades al pago de los pagarés y a favor de los titulares de los mismos. Con las cantidades que debía cobrar de Telefónica, BFP tenía que realizar provisiones de fondos en la cuenta 060-01-345-56 del Banco Popular Español, oficina 27 de Barcelona, en la que había domiciliado el pago de los pagarés. Utilizando este procedimiento, ANISA libró y BFP colocó en el mercado 1.552 millones de pesetas en pagarés, cuya comisión mercantil estaba intervenida por el agente de cambio y bolsa Ángelo Jesús Carretero.

Los inversores perjudicados señalan que, en realidad, Telefónica no, había recibido ninguna comunicación de las cesiones del pago de facturas y que ANISA "cobró por su cuenta 1.000 millones de pesetas". Muchas de estas facturas que ANISA había cedido a BFP fueron endosadas de nuevo a otras entidades como el Banco Herrero, el Banco Exterior y Banesto, con lo que también "resultaron engañadas", señalan los inversores.

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Cuando la bola de los pagarés librados por ANISA superaba los 1.500 millones de pesetas esta sociedad suspendió pagos. Poco antes de esta suspensión, BFP inició la colocación de pagarés de otra sociedad, Dynamic, SA, que se declaraba proveedora habitual de primeras marcas, como Cepsa, Renault, Citroën, Seat y otras. Dynamic cedía el cobro de sus facturas a BFP, cuando "no existían los pedidos en firme ni los créditos", afirman los inversores que adquirieron pagarés.

En el caso de Euro-Maquinaria, SA, esta empresa emitió pagarés con idéntico formato que los de Dynamic con pago domiciliado en otra cuenta del Banco Popular, también en la agencia 27, y contra cesiones de crédito de empresas solventes como Fomento o Construcciones Padrós. Los inversores demandantes han declarado en su demanda que el administrador único de Euro Maquinaria es Jordi Martí Ceballos (también detenido), quien aparece en varias sociedades controladas por los accionistas y consejeros de BFP. Durante el ejercicio de 1991, Euro-Maquinaria realizó ventas por 33 millones de pesetas y en el mismo periodo emitió pagarés por 500 millones. Las cantidades recaudadas en la venta de los pagarés no ingresaron en las cuentas de la empresa.

Los pagarés de Omisa llevan el mismo texto que los de Euro Maquinaria y en ellos figuran supuestos créditos de Omisa contra constructoras de primera línea como Agromán, y se hace constar la cesión de tales créditos a favor de los tenedores de los pagarés. Los inversores demandantes afirman que "los pagarés no responden a ninguna operación comercial".

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