_
_
_
_
_

La visita de González a EE UU quiere consagrar la superación de tensiones con Washington

El presidente Felipe González inicia hoy una visita de trabajo a EE UU que consagra la superación de las tensiones y malentendidos surgidos con motivo de la negociación sobre la reducción de la presencia militar norteamericana en España y a propósito de la incorporación española a la OTAN sin formar parte de su estructura militar, según fuentes oficiales españolas.

Acompañado por los ministros de Asuntos Exteriores y de Economía y la ministra portavoz del Gobierno, Rosa Conde, el jefe del Ejecutivo aterrizará en la capital federal el miércoles por la tarde -noche, hora española-, y nada más llegar mantendrá una entrevista con el secretario de Estado, James Baker.El jueves será su jornada de trabajo más intensa, con una reunión a solas con el presidente George Bush, seguida de un almuerzo en el que participarán los secretarios de Defensa y Comercio. La estancia concluirá con encuentros con el secretario del Tesoro, Nicholas Brady, y un desayuno el viernes con el vicepresidente, Dan Quayle.

González hubiese deseado efectuar este viaje cuando encabezaba la Comunidad Europea (CE), probablemente porque el desempeño de aquella presidencia hubiese dado un mayor relieve a su visita. La apretada agenda de Bush impidió entonces el encuentro aplazado por la Casa Blanca a mediados de octubre, aunque ambos mandatarios se entrevistaron en mayo en la sede bruselense de la OTAN, y el presidente norteamericano aprovechó la ocasión para elogiar públicamente el conocimiento de Centroamérica que posee su interlocutor. Cuando era vicepresidente, Bush se encontró varias veces con González.

Las alabanzas de Bush y las peticiones de la oposición democrática al general Manuel Antonio Noriega han incitado probablemente al presidente español a esbozar un plan para resolver la crisis panameña que, a grandes rasgos, ha obtenido una buena acogida de principio en Washington. En el Departamento de Estado se señala, no obstante, con desagrado que las ideas de González permitirían al dictador permanecer en su país y evitar así ser juzgado en EE UU.

Al margen de Centroamérica, Bush y su huésped harán especial hincapié en Oriente Próximo, en la evolución de los países del Este y en los problemas de los países fuertemente endeudados, empezando por los de Latinoamérica, para los que Brady ha propuesto un plan ante el que la gran banca norteamericana debería mostrar un mayor entusiasmo, según González.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_