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LUZ DE GAS

"Estoy desesperada"

Nacida de pie, batalló, triunfó, y diríase que su sonrisa es ya un dibujo eternamente vivo de la historia de la España que corre...

Pregunta. ¿Su vida es un párrafo seguido?

Respuesta. No; está llena de comas y de puntos y aparte.

P. ¿Feliz o inteligente?

R. Para ser feliz hay que ser inteligente, y como no soy feliz...

P. ¿Sensible a lo bonito o a lo bello?

R. Como soy muy común, a lo bonito con mayúsculas.

P. ¿Es más Carmen de España usted o Carmen Romero?

R. Carmen Romero.

P. Se dijo en 1976: "Es un culo de oro". ¿Y hoy?

R. Se me va cayendo un poco.

P. Concha sin lunar, ¿qué?

R. Ja,ja,ja. No era mío, me lo pintaba; pero ahora me lo he tatuado, es de verdad.

P. ¿Sabe decir no?

R. No, y lo lamento.

P. Su talento, ¿qué es?

R. Fuerza de voluntad.

P. ¿Añora una cierta frescura veinteañera?

R. No; yo entonces era completamente tonta.

P. ¿Qué es un piropo honesto?

R. Lo son todos.

P. ¿Está loca o es una mujer libre?

R. Quiero ser libre, y por eso quizá estoy loca; intento defender mi libertad y no lo consigo.

P. ¿Se ve corriente a veces?

R. Absolutamente, pero los actores vivimos otras vidas.

P. ¿Cómo iniciaría una carta de amor?

R. "Mi vida...". El amor es la vida.

P. ¿Vidas vividas?

R. La mía y la de los personajes interpretados.

P. ¿Le influyen más los hombres amados o los personajes?

R. Los personajes.

P. ¿Cómo se prolonga un matrimonio?

R. Con mucha dificultad.

P. ¿Es amiga de su marido?

R. No.

P. ¿Por qué ha hecho daño?

R. Por amor.

P. ¿Un ama de casa?

R. La admiro.

P. ¿Es el ama de casa nacional?

R. No; eso me molesta. Soy una actriz que la interpreta.

P. ¿Se puede ser autor, actor, de minorías?

R. No se debe.

P. ¿Le interesa la discusión inútil?

R. No. Me pone nerviosa.

P. ¿Olvida?

R. Soy bastante rencorosa...

P. ¿Y sensata?

R. ¡Uf! Creo que no.

P. ¿Qué le apasiona más que el éxito?

R. La vida.

P. ¿Es una Pompadour de carne y hueso?

R. No, nada; ni eso, ni Carmen, ni Mata-Hari...

P. ¿Le molesta el olor a ajo?

R. Total.

P. ¿Dejaría a un hombre?

R. Dejé una función porque un actor olía.

P. ¿Se explica a sí misma?

R. ¡Qué va! Es mi problema grave.

P. ¿Qué le da al público?

R. Todo, con el telón levantado.

P. ¿Tiene más tablas escénicas o de calle?

R. De las dos.

P. ¿El tiempo le ha hecho creyente?

R. No. Lo fui en el origen y lo soy por necesidad.

P. En 30 años de oficio, ¿qué cambió en usted?

R. Mejoré, aprendí y tengo más miedo.

P. Y en España, ¿qué cambió?

R. Todo, y para mejor.

P. Cuando se deprime, ¿qué pasa?

R. Tendría que preguntarme cuándo no estoy deprimida.

P. En dos meses, Concha, 50 años. ¿Le afecta?

R. Sí. Estoy desesperada; pasó todo tan deprisa...

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