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Diego Pedro y Beatriz

La fuga de amor de dos niños de Elche

FRANCESC BAYARRI, "Me voy para saborear la libertad". Beatriz, de 14 años, dejó escrita esta frase antes de fugarse con su novio, Diego Pedro, de 11 años. Sus padres no aprobaban la relación y ellos decidieron subir al primer tren que pasara por Elche. Un tío de Diego los encontró a 20 kilómetros, en Alicante, 24 horas después. Sus padres aún no los han perdonado del todo, pero los compañeros de clase los consideran héroes. Tanto que dos niños se fugaron ayer del colegio de Diego.

"Hombre, es que son unos críos", dice la madre de Diego, Rosa María Pedrero. "Yo es que no creo en el amor al estilo de Romeo y Julieta, tan romántico", afirma el padre de Beatriz, Antonio Belmonte.A Diego, en cambio, lo que ha hecho no le parece "una cosa normal, pero tampoco es algo del otro mundo". Para Beatriz "lo más bonito ha sido estar juntos".

En la tarde del pasado lunes, cada uno de los niños dejó una carta en casa. Diego se limitó a escribir: "Me voy de casa". Beatriz, que quiere ser periodista de mayor, informó con más datos: "Hola y adiós. Me marcho y no os preocupéis por mí, os llamaré de vez en cuando. No llaméis a la policía. Me voy para saborear la libertad". El padre de Beatriz cuenta que en la carta la niña también les dio la noticia de que ella y su novio Diego estaban "enamoradísimos", y recordó que desde que sale con él -a partir de agosto- saca muy buenas notas.

Los padres de ambos sí llamaron a la policía, y durante 24 horas las familias han vivido "un auténtico calvario". En la tarde del martes, un tío de Diego los encontró en la playa del Postiguet, en Alicante, y después de una larga conversación los convenció para regresar. Han olvidado dónde durmieron, pero sí recuerdan que no cenaron. De las 73.000 pesetas que se llevaron en total de sus casas se han gastado menos de 4.000.

El padre de Beatriz es el entrenador de Diego, un excelente portero de minifútbol. El entrenador no quitará del equipo titular al novio de su hija. Porque Antonio Belmonte sabe que "si se cuidara la cantera en la ciudad, Diego podría jugar algún día en primera división con el Elche C. F.".

"Yo no le prohíbo que vaya con el chaval", dice el padre-entrenador, "pero sí el que me utilice a mí para verlo". (Desde hace unos meses, a Beatriz le había entrado un gran afición por el minifútbol). "Iba a todos los entrenamientos".

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A primeras horas de la tarde de ayer, Diego y Beatriz se encontraron de nuevo para contestar a algunas preguntas periodísticas. Diego dijo a este diario que lo que más le gusta de Beatriz es "su forma de ser", y ella explica que de su novio le gusta todo.

Y la madre de Diego cuenta "Yo le pregunté: '¿qué, te has divertido, no?'. Y él bajó la cabeza avergonzado".

"Pero no han hecho nada malo", dice el padre de la niña. "Y si de aquí a seis años se siguen queriendo", concluye, les que sí existió Romeo y Julieta".

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