Cartera Central adquiere el 2% de Banesto y proyecta aumentar su participación hasta el 7%
ANDREU MISSÉ / CARLOS SCHVARTZ Cartera Central, sociedad financiera controlada en un 51,2% por Construcciones y Contratas -propiedad de Alberto Cortina y Alberto Alcocer, los Albertos- y en un 48,8% por Torras Hostench -47,5% en manos del Kuwait Investment Office (KIO)-, inició la compra de un paquete del 2% de las acciones del Banco Español de Crédito (Banesto). Cartera Central tiene el propósito de aumentar esta participación hasta el 7% con el objeto de convertirse en el primer accionista del otro actor de la fusión, con un paquete superior incluso al de Mario Conde, su presidente, dijo un portavoz de Cartera Central.
El paquete inicial adquirido por Cartera Central está compuesto por 1.300.000 títulos y ha supuesto una inversión superior a los 6.500 millones de pesetas. Ello resulta en un precio próximo a las 5.000 pesetas por acción, inferior al de las últimas cotizaciones que se han situado en torno al 1.365%, lo que supone 6.825 pesetas por acción.Analistas del sector bancario consultados no descartan que la discrepancia de precios se deba a que parte de la operación se haya pactado hace meses, y señalan una posible toma de posiciones en la colocación privada de 3,5 millones de acciones de Banesto en Nueva York.
Una fuente próxima a la operación dijo que la mayor parte de las adquisiciones se hizo en el mercado bursátil tomando pequeños paquetes con la mayor discreción posible con el propósito de evitar suspicacias que provocaran un encarecimiento excesivo de los títulos ocasionado por la propia presión de una mayor demanda.
Sin embargo el portavoz de Cartera Central dijo que la compra de títulos se hace fuera de bolsa a un precio pactado en torno al 1.190%, que es la paridad de canje fijado entre los dos bancos en proceso de fusión.
La posibilidad de que la toma de posiciones en Banesto por parte del grupo de Cartera Central se hubiera iniciado hace varios meses confirmaría versiones de medios financieros según las cuales se había detectado el interés de intermediarios usuales de KIO por las acciones del Banesto.El objetivo final de esta toma de posiciones en Banesto es lograr la consolidación de un paquete próximo al 10% en el Banco Español Central de Crédito, fruto del proceso de fusión del Banco Central y Banesto. Cartera Central, que ya posee el 13% del Banco Central -aunque diversas fuentes han señalado reiteradamente que la participación de la financiera de Alberto Cortina y Alberto Alcocer era superior-, podrá formar cómodamente un paquete de acciones del 10% en el nuevo banco si consigue ahora el 7% de Banesto.
Cambios en el sector
Este reforzamiento de la posición de los Albertos, que les puede convertir en los principales accionistas de los dos primeros bancos españoles, supone una modificación sustancial de la correlación de fuerzas en el mundo financiero, en el que hasta ahora Mario Conde parecía situarse, con el único apoyo de su socio Juan Abelló, en la cúspide del sistema financiero español.
Esta toma de posiciones coincide con las recientes recomendaciones de las autoridades económicas a los máximos responsables del Banco Central para que mantengan conversaciones con Cortina y Alcocer para que se incorporen a las negociaciones del proceso de fusión que dirigen con excesivo protagonismo, según la Administración, Alfonso Escámez y Mario Conde.
Los analistas del sector consideran que la decisión de permanecer en el Central y penetrar la estructura de Banesto por parte de los Albertos está vinculada al beneplácito oficial para incidir en la gestión del proceso.
Una fuente próxima a Cartera Central dijo ayer que los contactos con el Central para manifestar la intensión de participar en la gestión de la fusión recibieron una fría acogida, y añadió que con Banesto no establecimos un contacto aún porque no somos todavía accionistas considerables. Pero lo haremos".
Los analistas bursátiles consultados estiman que los anuncios de participación de Cartera en Banesto van rezagados respecto de la realidad porque sólo se contabilizan públicamente las pólizas efectivamente transferidas, ya que requiere fe pública, pero que no representan una cifra real de lo que ya está efectivamente pagado y contratado, pendiente de transferir.
