Richard Gere
no quiere ser un sex symbol porque le parece "muy aburrido". La idea de llegar a la presidencia de los Estados Unidos le da "pereza". Pero lo que menos le divierte son las conferencias de prensa, a juzgar por las preguntas sin contestar, y las sonrisas maliciosas que dedicó a los periodistas que ayer acudieron a la que ofreció en Madrid. El protagonista de American gigolo lleva cinco días en España para hacer turismo y apoyar con su presencia a Aldeas Infantiles, la asociación benéfica en la que trabaja su amiga Sofía de Habsburgo. Gere impulsa otro movimiento similar, dedicado a ayudar a los niños del Tíbet, Tibet House. Una revista del corazón española ha comprado en exclusiva el reportaje sobre la visita del actor. El dinero se destinará a las obras sociales que ambos patrocinan. La cantidad que han cobrado es secreto de sumario: "Es de muy mal gusto hablar de esas cosas", dijo Sofía, en tanto Gere asintió con sonrisa coquetuela.