El Círculo de Empresarios pide al Gobierno una política de privatización "al máximo"
El Círculo de Empresarios estima que el Gobierno socialista ha privatizado "no más" del 20% del sector público y ahora observa "cierta ambigüedad". Por ello, le ha pedido llevar este proceso "al máximo".
Tras analizar los procesos de privatización seguidos "en las economías industrializadas, en las emergentes y en las del Este europeo", el Círculo de Empresarios ha dado a conocer un documento de Consideradones en torno a la privatización. Lo han presentado empresarios "privados y públicos" que dirigen este grupo de la élite patronal, concurrente desde hace varios años con el Club de Empresarios que han formado principalmente presidentes de empresas públicas.Sobre la base de que en España la suma de empresas privatizadas representa, sin contar Rumasa, "un 20% del patrimonio empesarial público y unas cifras similares en el volumen de ingesos y plantillas", el Círculo afirma que la incidencia global de las importantes decisiones privatizadoras del Gobierno "por el momento es reducida y, sobre todo, coexiste con tendencias o tentaciones que marchan en dirección opuesta".
Según el grupo que preside Joaquín Ysasi Ysasmendi, "parece que en la Dirección General del Patrimonio existe la intención de privatizar otras nueve empresas (entre ellas Hytasa, Trasmediterránea y Aldeasa), dejando en sus manos las entidades públicas de crédito, Tabacalera y la agencia EFE". Recuerda que, antes de la reciente oferta en Bolsa de las acciones de la empresa de autopistas ACESA que pertenecían al Fondo de Garantía de Depósitos, pasaron al sector privado el 40% de Campsa, empresas del Instituto Nacional de Industria (INI) que sólo tienen sentido en el contexto internacional (Seat, SKF, Secoinsa) y otras sociedades sin interés estratégico (Viajes Marsans, Entursa, Frigsa y parte del capital de Endesa".
Preocupaciones
Para lograr las ventajas de una política sin ambiguedades, como la seguida por otros países occidentales (EE UU, Gran Bretaña, Francia, Japón, etcétera), el Círculo propone el contribuir al crecimiento económico español llevando al máximo el proceso en sus tres fórmulas: privatizar algunas actividades públicas, rebajar el número y el volumen de las subvenciones, y abstenerse de nacionalizar algunas actividades.Los miembros del Círculo no coinciden sobre las empresas privatizables. Rafael del Pino, presidente de Ferrovial, entiende que "no hay más límite que el monopolio". Otros lo amplían a ciertos servicios públicos. Pero hay quienes incluyen a las empresas en situación de monopolio.
Sí se ha detectado consenso en torno a un diagnóstico del socio Enrique Moya, el primero de los tres presidentes del INI nombrados por los gobiernos socialistas: "Antes de los monopolios y de los servicios públicos hay mucho camino, como el hacer viables las empresas públicas. Sus gestores están mal retribuidos y son vulnerables a presiones políticas y sindicales, aparte de que les cambian el consejo de administración cada poco tiempo. Quien tiene la responsabilidad no tiene el poder, y a la inversa. Por ejemplo, pueden castigar, pero no premiar".
Entre otras preocupaciones expresadas por el Círculo de Empresarios figura el afán expansionista de algunas empresas públicas, la tendencia advertida en las comunidades autónomas a intervenir y a desarollar su propio sector público, la tentación gubernamental a estar presente de un modo protagónico en asuntos tales como el nombramiento de gerentes de empresas en reconversión, y las inclinaciones públicas de sectores de futuro, incluso con rasgos monopolíticos, "como ocurre en materia de telecomunicaciones".
