Arco 86
En el diario de su digna dirección correspondiente al día 28 de enero, con el título de El Arco del conflicto, dedican a nuestra Feria Internacional de Arte Contemporáneo un comentario editorial plagado de imprecisiones e inexactitudes, que este comité organizador de Arco 86 se ve en la obligación de precisar.En primer lugar, se refieren ustedes a una inexistente Asociación Profesional de Galerías de Arte de ámbito nacional. Suponemos que se refieren a la asociación madrileña, algunos de cuyos miembros firman el comunicado al que ustedes aluden. Sin entrar en consideraciones sobre la muy discutible representatividad de la citada asociación, olvidan ustedes mencionar que muchos de sus miembros piensan participar normalmente en Arco 86 y que alguno de ellos incluso forma parte de este comité organizador.
En segundo lugar, mencionan ustedes un supuesto "cruce de memoriales de agravios, acusaciones e incluso anónimos insultantes" que ha tenido como resultado "sobresaltar a la opinión pública española, e incluso a los sectores internacionales de la profesión". De acuerdo en cuanto a esto último, pero queremos dejar muy claro que ni la directiva de IFEMA ni el comité organizador de Arco 86 han tenido la menor participación en ello. Hasta el momento presente hemos procurado actuar con la mayor delicadeza posible, evitando tan siquiera contestar a los numerosos ataques y agravios de que hemos sido objeto, muchos de ellos tan injustos como de mal gusto. Confiábamos en que esta actitud de discreción contribuiría a serenar los ánimos. Desgraciadamente, no ha sido así. Este grupo de galerías madrileñas -cuya importancia nunca hemos puesto en duda, aunque, todo hay que decirlo, apenas representan el 5% de los expositores que hasta ahora han participado en Arco- ha seguido enviando cartas a los expositores nacionales y extranjeros pidiendo el boicoteo al certamen, ha creado el ambiente para que se distribuyera un comunicado insultante en otra feria internacional, ha hecho lo posible, en definitiva, por enrarecer el ambiente en tomo a Arco y, con su conducta, ha puesto en peligro la continuidad de una feria en la que tanto se juega el arte español.
Respecto del cambio de fechas de Arco 86 para no coincidir con la Feria de Zúrich, decisión sobre la que tan maledicentes e injustificados comentarios han circulado, hay que decir que fue algo cuidadosamente estudiado por este comité organizador. Aunque no se trataba de una medida del agrado de nadie, la mayoría del mismo consideró que era lo mejor para nuestra feria. Esta decisión podrá ser discutible -el tiempo lo dirá-, pero nadie puede poner en duda que la misma está dentro de nuestras atribuciones.
Las referencias de su editorial a la supuesta "tozudez de IFEMA" carecen del menor fundamento. Tanto nosotros como la absoluta mayoría de los profesionales interesados en la continuidad de nuestra feria podemos dar fe de que su actitud siempre ha sido paciente y dialogante, intentando por todos los medios a su alcance que, en beneficio de todos, el conflicto no desbordara en ningún momento los límites de la institución. Si ensu momento la directiva de IFEMA acordó rechazar el pliego de propuestas presentado por este grupo de galerías madrileñas no fue, ni mucho menos y como ustedes insinúan, por tozudez o miopía, sino simplemente porque las mismas no eran, bajo ningún punto de vista, compatibles con sus normas estatutarias.
Esto, unido a la firme convicción de que la figura de un comité ejecutivo, tal como se solicitaba, nunca reuniría las condiciones de eficacia y agilidad necesarias parael buen funcionamiento de la feria, fueron las razones fundamentales por las que tampoco este comité organizador de Arco 86 decidió considerar viables ni procedentes las propuestas de estas galerías.
Este comité organizador, compuesto por galeristas de siete nacionalidades, todos ellos con una larga experiencia de participación en toda clase de certámenes internacionales, acordó nuevamente, en su reunión del pasado 29 de enero, rechazar por infundadas las
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acusaciones de incompatibilidad vertidas sobre su directora, Juana de Aizpuru, dada su doble condición de galerista y directora del certamen. Este comité estima que esta doble condición no sólo es acorde con las prácticas al uso en todo el mundo, sino que resulta incluso aconsejable para dirigir una feria de estas características. Así y todo, y como medida de buena voluntad para salir al paso a esta campaña de rumores, que tanto están perjudicando a la buena imagen de nuestra feria, este comité organizador de Arco 86, su directora y presidente, acordaron en la misma reunión poner sus cargos a disposición de IFEMA, aunque seguirán desarrollando sus trabajos con carácter interino mientras se arbitra una solución definitiva al contencioso planteado, y, en todo caso, hasta que se celebre Arco 86.
Hay que señalar que la campaña de estas galerías no ha encontrado el más mínimo eco fuera de Madrid, como así lo demuestra la lista de participantes, tanto nacionales como extranjeros, que este año ya han confirmado su asistencia a Arco 86. Nuestra feria, pese a todo, sigue gozando de buena salud, y esto para nosotros es lo más importante.
Sólo nos queda, pues, rogarles que, en beneficio del arte español y como han venido haciendo en años anteriores, no se limiten tan sólo a informar de los problemas derivados de este contencioso con un grupo de galerías madrileñas, sino que también presten la atención debida a nuestros actuales proyectos y realizaciones. El prestigio y la importancia de Arco, de cara a consolidar un importante mercado de arte contemporáneo en nuestro país, deben quedar por encima de actitudes o planteamientos personalistas o de pequeños grupos de presión.-
Presidente del comité organizador de Arco 86.
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