'El misterio de Salem's Lot' sustituye a 'La joya de la Corona'
El salto da vértigo. De la India de La joya de la Corona a Salem, la ciudad portuaria del Estado de Massachusetts que se ha convertido en escenario privilegiado de una buena parte de los relatos fantásticos y de terror desde que en 1692 tuviera lugar en ella una feroz persecución de brujas. Esta vez es El misterio de Salem's Lot, una producción norteamericana para televisión que TVE emitirá en cuatro capítulos a partir de la noche de hoy, martes, en sustitución de la serie ambientada en la India.
Un joven escritor de éxito, Ben Mears (David Soul), vuelve a Salem, donde pasó su infancia y donde está enclavada la mansión Marsten, tema de su próxima novela. La ciudad parece vivir en paz y armonía hasta que se produce la llegada del anticuario Richard K., Straker (James Mason), y con él la de una caja misteriosa. Una serie de acontecimientos aterradores e inexplicables se sucederán a partir de ese momento. Esto es más o menos el comienzo de la historia de El misterio de Salem's Lot, una adaptación de la novela del mismo título (en España, La hora del vampiro) de Stephen King, autor americano de literatura fantástica a cuyos éxitos de ventas hay que añadir la. especial predilección que un gran número de realizadores han demostrado por sus obras: Brian de Palma en Canle, Stanley Kubrick en The shining, George A. Romero en The stand, John Millius en The dead zone y John Carpenter en Firestarter.
La adaptación no fue fácil. La productora invirtió buena parte del presupuesto en los cinco guiones que se llegaron a hacer (dos de ellos de Larry Cohen y Paul Monash), de ahí que posteriormente la realización estuviera marcada por las exigencias de un rodaje rápido. George A. Romero fue el primer candidato para la dirección de El misterio de Salem's Lot. Pero fue Tobe Hooper (La matanza de Texas, 1974 y Poltergeist, 1982), el elegido por la Warner Brothers.
El acercamiento al viejo tema del vampirismo tiene en la obra de Stephen King trazos sin duda originales, o como mínimo sugestivos. El vampiro de King se aleja considerablemente del modelo lanzado por Bram Stoker y las producciones de la Universal y la Hammer, y se acerca en cambio a los Nosferatu de Murnau y Herzog. En Salem's lot, estos infernales monstruos sedientos de sangre han perdido casi totalmente su carácter humano para convertirse en títeres sometidos a los dictados de un amo con plena soberanía sobre ellos. La paradoja -y aquí reside el humor y la distancia con que King se enfrenta a esquemas ya clásicos- es que el ser verdaderamente diabólico e infernal, vampiro cuya insaciable sed es la del poder, tiene la apariencia humana e impecable del anticuario Straker. Él es quien introduce al monstruo en la mansión Marsten y quien dirige el demoniaco plan de vampirizarión de la ciudad.
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