El ingeniero de vuelo había tomado tranquilizantes

El ingeniero de vuelo del jumbo de Avianca, Abraham Palacios Porras, había tomado un medicamento inadecuado para miembros de tripulaciones aéreas. En su cadáver se localizaron restos de una sustancia llamada Medozepán, que habitualmente es utilizada "como componente de algún medicamento del tipo de tranquilizante menor", según consta en el informe de la comisión investigadora. Este dato no aparece en el resumen del informe entregado a los periodistas asistentes a la presentación del documento.Según el informe, la presencia de Medozepán en los restos del ingeniero "hace suponer que, o bien se automedicaba o estaba siendo tratado por algún médico no especializado en medicina aeronáutica". El Medozepán, según fuentes médicas, es un derivado de las benzodiacepinas y, como en el Aneurol, es empleado en tranquilizantes.

En el informe también se indica que en los restos del comandante, Tulio Fernández, y el copiloto, Eduardo Ramírez Roa, no se encontraron restos tóxicos. Igualmente, el secretario de la comisión, José Bellido, aseguró que la tripulación del jumbo había permanecido 72 horas de descanso en París antes de partir hacia Madrid. "No se ha detectado nada anormal" en esas horas, precisó.

El comandante del avión, Tulio Fernández, tenía 58 años. Nació en Cundinamarca (Colombia) y se hizo piloto de transporte en 1954.

Debía utilizar gafas correctoras y la última renovación de la licencia de vuelo la había realizado en agosto de 1983. Tenía un total de 23.215 horas de vuelo, 2.432 de las cuales las hizo a bordo de jumbos. El año anterior al accidente, había realizado 25 aterrizajes y 23 despegues en el aeropuerto de Madrid-Barajas. En los últimos cuatro años, había hecho 33 veces la ruta París-Madrid. El copiloto del aparato contaba 36 años de edad. Nacido en Bogotá (Colombia), tenía 4.384 horas de vuelo.