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Gente

Jomeini,

ayatollah de Irán, ha demostrado que no pierde ocasión de rendir tributo a los adelantos de la técnica. A partir de la próxima semana se seguirá cortando las manos a los ladrones en aquel país, pero con mucha más rapidez y asepsia, ya que el régimen iraní ha instalado, en una prisión de las afueras de Teherán, una máquina eléctrica para aplicar tan modélico correctivo. La máquina ha sido inventada por la policía judicial, que ha consultado, para su construcción, a los expertos de la facultad de Medicina de la capital, con objeto de evitar poner en peligro la vida del condenado, como ocurría hasta ahora en algunos casos, quizá por lo rudimentario del sistema manual de amputación.

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