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El material electrónico de contrabando, probable base de un fraude en las máquinas tragaperras

La desarticulación en Madrid de una banda internacional de traficantes de material electrónico ha puesto en alerta a la policía ante la posibilidad de que se esté produciendo un fraude en algunas de las máquinas tragaperras instaladas legalmente en España. Esta posibilidad está siendo estudiada por los expertos policiales ante la sospecha de que algunas de las memorias placas para estos aparatos, que han sido incautadas a la banda, pudieran estar programadas para obtener beneficios fraudulentos.

La banda, seis de cuyos componentes han sido detenidos en Madrid, introducía en España material electrónico avanzado procedente de Japón, después de pasar por distintas capitales europeas. Las placas y memorias, soportes fundamentales del ordenador que controla las máquinas, eran posteriormente vendidas a empresas dedicadas a la venta de máquinas recreativas. Los contrabandistas garantizaban la venta de estos materiales, disfrazando el componente electrónico con adhesivos de la multinacional japonesa Mitsubishi, lo que facilitaba su introducción inmediata en el mercado.Según fuentes policiales, al menos 40 firmas comerciales dedicadas a la venta y explotación de máquinas recreativas han adquirido estos componentes. Las operaciones las dirigía desde Suiza el ciudadano japonés Yanasi Jawa Todao, detenido también en Madrid, que tenía a su servicio a un importante grupo de personas, entre ellos tres brasileños de origen chino, un portugués y un ecuatoriano, todos ellos detenidos por la policía española.

Fuentes de la embajada de España en Japón, país del que es ciudadano Yanasi Jawa, recopilaban ayer datos sobre la operación policial seguida en Madrid que, posteriormente, serán enviados al ministerio de Asuntos Exteriores japonés.

La Policía Española aún no había solicitado la colaboración de sus colegas japoneses en esta operación, que puede tener otras ramificaciones internacionales, aunque sí los servicios de un intérprete en Madrid, ya que el jefe de la banda no habla castellano, lo que dificulta los interrogatorios.

Los responsables de la multinacional Mitsubishi en España, cuya representación oficial ostena la empresa Mercaibérica, que preside el japonés Ai Kawa, fueron informados, a primeras horas de la mañana de ayer, por las autoridades españolas del uso indebido hecho del nombre de la firma comercial para estas operaciones de contrabando.

La Dirección General de la Policía española rompió a última hora de la tarde de ayer su silencio sobre la desarticulación de esta banda, aunque anunció que continúan las investigaciones sobre la detención de los seis miembros de la banda, así como el tipo de material incautado, que cifra en 1.040 memorias electrónicas, 131 transformadores, 277 circuitos electrónicos y dos automóviles. Todo ello, según la policía, ha sido valorado en 50 millones de pesetas.

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Además de los seis detenidos en Madrid, la policía española presentó ante el juez, "sin calificación momentánea- de detenidos hasta que no avancen más las gestiones" a los españoles José Luis Gallego Avilés, de 37 años de edad, industrial de profesión, y Juan José Cámara Cámara, de 27 años, ingeniero técnico. El primero trabajaba para Carioca and Co, empresa fantasma tras la que se ocultaban las operaciones de contrabando, en calidad de vendedor, y el segundo como técnico de reparación. Gallego Avilés había sido detenido por la policía en Madrid en 1980 por falsificación de moneda.

Los demás detenidos, además de Yanasi Jawa, son los brasileños de origen chino Dah Chinn Ueng; Wei Yung Ri; Chu Ling -los dos primeros nacidos en Taipei y el segundo en Shangai-; Ángel Salvador Mendoza Mendoza, de Ecuador, y Carlos Alberto de Jesús Méndez, portugués.

Conexión en Lérida

Siete placas electrónicas destinadas a vídeo juegos y máquinas tragaperras han sido intervenidas por la policía a la empresa leridana Comercial Vídeo Electrónica, SA, (Covielsa), cliente de la banda de traficantes de material electrónico. El primer socio de Covielsa, Salvador Valero Muro, 33 años, declaró el sábado ante la policía leridana que había colaborado en la investigación con funcionarios del Cuerpo Superior de Madrid y pasé posteriormente a disposición judicial, sin que por el momento haya sido procesado.En sus declaraciones, Salvador Valero manifestó desconocer la procedencia japonesa e ilegal del material eléctrico. Comercial Vídeo Electrónica, SA, ubicada en la calle de Nadal Meroles, 24, de Lérida, está dedicada al montaje y reparación de máquinas recreativas y fue registrada como industria el pasado mes de mayo. Esta empresa cubría la distribución y el montaje de juegos electrónicos en la provincia de. Lérida y zona limítrofe de Aragón.

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