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FECSA adquiere el paquete mayoritario de Hidroeléctrica del Segre

Xavier Vidal-Folch

Fuerzas Eléctricas de Cataluña, SA (FECSA), y Fuerzas Hidroeléctricas del Segre, SA, han llegado a un acuerdo por el cual la primera se hace con el control del paquete mayoritario de la segunda. Esta absorción se ha hecho, según fuentes de FECSA, "para cumplir las directrices del Ministerio de Industria y Energía y las indicaciones del Plan Energético Nacional en relación con la concentración de empresas eléctricas".La operación se ha formalizado mediante un canje de acciones de las dos compañías. FECSA, que ya ostentaba en Segre un paquete del 30%. del capital, dobla largamente, mediante esta operación, dicho porcentaje. Los accionistas de Segre obtienen un número de acciones de FECSA suficiente como para poder acceder a su consejo de administración.

La mayoría de la propiedad de Hidroeléctrica del Segre era de tipo familiar: la familia Gomis ostentaba el 70% del capital, dividido en dos partes, entre Enric y Lluís Gomis. Hace unos años Enric Gomis vendió su parte a su hermano, que en los últimos tiempos ha dirigido la empresa y la ha representado en la patroonal Unesa.

La significación de esta operación, en orden al viejo proyecto de fusión de las eléctricas catalanas (ver EL PAÍS, 11-V-1983) y al protagonismo en el mercado eléctrico catalán, es más bien simbólica y limitada, por varias razones, según se estima en medios del sector.En primer lugar, porque Hidroeléctrica del Segre es una empresa pequeña, que ostenta únicamente en torno al 5% de la distribución eléctrica en Cataluña. Participa con pequeños porcentajes en las nucleares que, de forma más o menos consorciada, se han promovido en la zona: un 6% en Vandellós; un 10% en Vandellós-II, y un 5% en Ascó-II.

En comparación con su actual nueva mayoritaria, FECSA, el volumen de Segre es también reducido: sus ventas alcanzaron en 1983 los 8.300 millones de pesetas -por 101.000 millones de FECSA- y sus beneficios ascendieron a 619 millones (los de FECSA se cifraron en 7.639 millones).

Además, Segre actuaba en la práctica como una empresa estrechamente vinculada a FECSA, y sus planes de expansión y redes de distribución se habían organizado de forma paralela, con asesoramiento de los servicios técnicos de esta última. FECSA y Segre mantenían intereses comunes en Utesa (Unión Térmica, SA, la propietaria de la central térmica de Utrillas), en Ascó y Vandellós. Segre es la propietaria del salto a pie de presa de Oliana.

Pese a estas limitaciones, el intercambio de acciones es significativo, por cuanto formaliza una situación ya existente en la práctica, y que está en consonancia con las ideas sobre el futuro del sector que se están perfilando estos días. Segre es deficitaria en energía y FECSA -excedentaria en kilowatios- ha venido cubriendo su déficit, relación que ahora se hace más estrecha.

Este hecho está en sintonía con los planes ministeriales de efectuar compensaciones entre las compañías del sector, como una de las fórmulas para equilibrar la situación financiera del mismo.

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