Ronda busca salidas económicas que permitan mantener su carácter histórico y monumental
Ronda, ciudad símbolo de Andalucía para muchos, busca salidas económicas. Alfonso de Hohenlohe propuso la creación de un aeródromo que permitiera a la ciudad compartir en mayor medida los beneficios turísticos de la Costa del Sol. El alcalde, Julián de Zulueta, se ha opuesto de manera terminante a este proyecto, y parece que lleva las de ganar. Frente al aeropuerto presenta otra alternativa: inyectar vida universitaria a Ronda, de manera que la ciudad alcance el desahogo económico que necesita sin tener que entregar su condición de ciudad histórica y monumental.
Ronda es para muchos -entre ellos, desde luego, los anglosajones- la esencia de lo andaluz. Ronda, ciudad monumental, capital de una hermosa serranía. Ronda, primero mora y después cristiana; Ronda, centro de correrías de José María el Tempranillo, de Tragabuches, de Pasos Largos; Ronda, punto de encuentro en los grandes acontecimientos del andalucismo histórico. A Ronda se fue recientemente Escuredo a anunciar su intención de poner en marcha una ley de reforma agraria, y a Ronda viajaban los románticos anglosajones en busca de mujeres de ojos oscuros y de entrevistas clandestinas con los bandoleros.Ronda fue un descubrimiento, quizá tardío, para un madrileño llamado Julián de Zulueta, sobrino de Julián Besteiro, que, pasados los 60 años y ganada ya la jubilación como médico de la Organización Mundial de la Salud, se enamoró de esta ciudad y decidió establecerse en ella.
Ronda era, hasta hace poco, uno de los últimos bastiones del Partido Socialista de Andalucía, que confiaba, en las pasadas elecciones municipales, en mantener a su alcalde, Juan Arillo. El valor de Ronda como ciudad símbolo era importante para el partido andalucista y también para el PSOE. El parentesco de Julián de Zulueta con Besteiro, incluso su parecido físico y su brillante pasado profesional, hicieron que los altos mandos del PSOE de Andalucía le pidieran que encabezase su lista.
Primera prueba de fuego
Él aceptó "para salvar a Ronda de la especulación, y a su serranía, de su progresivo deterioro". Ganó arrolladoramente.La primera prueba de fuego se la encontró enseguida. Entre los papeles que estudió a poco de llegar al despacho le llamó la atención una solicitud de movimiento de tierras para obra menor, con el fin de construir un aeródromo deportivo en una finca llamada Los Pinos. La presentaba el príncipe Alfonso de Hohenlohe. Evidentemente, allí había incorrecciones. Ni construir un aeródromo puede costar 500.000 pesetas, valor por el cual estaba concedida la licencia, ni se puede hacer un aeródromo por las buenas, sin proyecto, sin informe de Aviación Civil, sin nada. Ordenó inmediatamente la paralización. Para cuando lo hizo, las máquinas habían explanado ya una franja de 80 metros de ancho y 2.200 de largo.
El alcalde tuvo que justificar en un bando las razones de su negativa. Razones, entre otras, formales. "Hasta que no se presente un proyecto formal, con un estudio en profundidad, no podrá haber permiso". Hohenlohe prepara su proyecto, y lo presenta al ayuntamiento y a Aviación Civil.
"Era una situación difícil", comentaría más tarde el alcalde, Julián de Zulueta. "Nos jugábamos el futuro de Ronda. Si el aeródromo se hace, no cabe duda de que en pocos años Ronda será una cosa distinta de lo que es ahora". Por 13 votos contra ocho se niega la concesión de licencia "hasta que haya informe favorable de los organismos competentes". Zulueta está seguro de que el informe de "las autoridades competentes" será negativo.
"Ahora hay que ir a otro tipo de salida. Hay que conservar el carácter monumental de la ciudad, pero, al tiempo, darle una vida económica". Y en ese sentido, Zulueta lleva tiempo trabajando.
La clave es la vida universitaria. Una vida que lleve a Ronda a estudiantes y profesores que llenen las antiguas casonas de la ciudad, y que permita conservar y restaurar, sus antiguos palacios para dedicarlos a actividades lectivas. De tiempo atrás estaba en marcha el proyecto de una universidad popular que llevará el nombre de Giner de los Ríos. Lo apoya la Diputación de Málaga. Parece claro que entrará en funcionamiento para el curso 1984-1985, a pleno rendimiento, y ya se dispone de 300 preinscripciones. Se impartirán clases de idiomas, historia de Ronda, música o fotografía.
Con las universidades de Málaga y Sevilla están en marcha, sendos convenios que van por buen camino. La de Málaga está saturada en lo que a cursos de extranjeros se refiere, y a partir del año próximo enviará a más de 100 alumnos a Ronda para cursos, de cuatro u ochos meses, sobre arte, historia, arqueología o lengua.
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