Felipe González, optimista sobre una pronta celebración de un referéndum sobre el Sahara
El presidente del Gobierno, Felipe González, de muestra optimista sobre las perspectivas de celebración de un referendum sobre el Sahara y está dispuesto a no plantear la revisión de los acuerdos tripartitos de Madrid sobre el Sahara, durante el viaje que realizará a Marruecos los días 28 y 29 de este mes, para no interferir en estos momentos en el proceso dé un arreglo definitivo al conflicto entre Rabat, Argel y el Frente Polisarlo. Los dirigentes socialistas consideraron desde 1976 que esos acuerdos de 1975 son nulos y, en la actualidad, "vacíos de contenido" después de la renuncia de Mauritania a sus derechos.
Felipe González parece poseer información fiable en este sentido, e incluso dio a entender, en la conferencia de prensa del lunes, que las partes habrían llegado a un principio de acuerdo para la celebración de un referéndum. Esta información le habría sido facilitada después del encuentro del rey Hassan con el presidente argelino, Chadli Benyedid. Cuando fue preguntado sobre su política respecto del Magreb, y concretamente sobre el presunto abandono del PSOE desde que está en el Gobierno de los acuerdos firmados con el Polisario en 1976, el presidente dijo: "Esperen un mes e indaguen", dando a entender que en ese plazo se producirán acontecimientos importantes y aclaratorios.Fuentes del equipo gubernamental socialista, tanto en Asuntos Exteriores como en otros sectores de la Administración consultados por EL PAÍS, coinciden en señalar que no poseen información sobre la referencia del presidente, pero que se vislumbra una posibilidad de arreglo que permitiría cumplir con las modalidades determinadas por el comité correspondiente de la Organización para la Unidad Africana, acordadas después de la primera reunión de Nairobi, en Junio de 1981, para la celebración de la consulta popular en el antiguo Sahara español.
Un acuerdo para poner fin al conflicto sahariano permitiría al presidente del Gobierno español contemplar con cierto realismo una política de acercamiento al norte de África. "España", manifestó en su conferencia de prensa del lunes, "se encuentra bien colocada para hacer un esfuerzo de cooperación para la estabilidad del Magreb. Creo que nuestra política en la zona debe ser de conjunto, y no de equilibrio; de colaboración, y no de confrontación, y de no injerencia en los asuntos internos de los países". También pedía al Polisario que comprendiera la defensa del principio de autodeterminación en los términos que lo viene haciendo España, de acuerdo con las resoluciones de la ONU y de la OUA, desde 1979.
Un acuerdo sobre el Sahara, que podría anunciarse en las fechas de la visita marroquí de Felipe González, sería por otra parte lo único de positivo en su viaje a Rabat, ya que en el resto de los temas bilaterales, y concretamente en la pesca, la postura marroquí se ha endurecido, según confirmó a este periódico el Secretario General de Pesca Marítima, Miguel Oliver. Los tres ministros económicos marroquíes que iban a visitar España esta semana cancelaron el viaje a última hora después de que la parte española presentara una contrapropuesta, sobre las directrices discutidas en el reciente viaje a Rabat de los ministros españoles de Transportes y Agricultura y Pesca.
Después de que el rey Hassan Il aceptara la consulta popular en el Sahara, en la conferencia de la OUA en Nairobi (Kenia), en junio de 1981, en agosto de ese mismo año, y también en Nairobi, se crea un comité en la OUA para la aplicación del referéndum en el Sahara occidental, antes Sahara español. Entre las modalidades que fija este comité figuran el que se trate de una consulta sobre la autodeterminación, con dos preguntas (independencia o integración a Marruecos) y voto secreto. El territorio se define de acuerdo con los mapas depositados en las Naciones Unidas y el censo sería el hecho por España en 1974, con los añadidos de la tasa de aumento de la población y de los refugiados. También se pide la creación de una Administración interina del territorio, en colaboración con la ONU y la OUA, y un alto del fuego.
