Borges no elude hablar de las Malvinas, pero prefiere dedicarse a escribir diez libros
"No lo digo desde ningún punto de vista político porque no soy político, pero la situación argentina es muy triste. Lo era antes de la guerra de las Malvinas y lo es ahora". El escritor Jorge Luis Borges, premio Cervantes 1980 y eterno "candidato" al Nobel, se recupera en Madrid de un pequeño accidente que sufrió hace diez días en el pie izquierdo. No elude los temas de la actualidad internacional del momento que afectan a su país, Argentina, pero prefiere dedicarse, "como siempre lo he hecho", a la literatura. Está trabajando en diez libros distintos (prosas, cuentos y algunas traducciones de autores ingleses).
Venían de Dublín -él y su secretaria, María Kodarna- de asistir al Bloom's Day y pensaban quedarse en Madrid una o dos noches, pero Borges, que va a cumplir 83 años el próximo mes de agosto, con una grave afección en la vista que prácticamente no le permite ver desde hace años, metió el pie izquierdo en una bañera con agua casi hirviendo y ha tenido que permanecer recluido en un hotel de Madrid recuperándose de las heridas y trabajando en sus proyectos literarios.Próximamente viajará a Mallorca y después a "algún otro lugar de Europa". "Soy tan mayor que solamente puedo viajar y trabajar", dice Borges, que en ningún momento ha perdido el humor con el que designa todo aquello a lo que se refiere. No obstante admite que los viajes también tienen sus riesgos y hay que pagar por ellos un tributo de cansancio.
Amor a Europa
En algunos círculos literarios se había especulado con la probabilidad de que Borges se quedara en esta ocasión definitivamente en un lugar de Europa, que podría ser España, como consecuencia de los problemas que había tenido el escritor con la Junta Militar argentina a raíz de la postura crítica que mantiene desde hace dos años con la dictadura. No pediría ningún tipo de asilo político, ni siquiera daría publicidad al asunto. Sena un autoexilio. Sería, sencillamente, un instalarse aquí.
Jorge Luis Borges no ha tomado esta solución. Admite que le gusta mucho Europa, "donde tengo muchos amigos y me reciben muy bien", pero piensa voIver a Buenos Aires. "Respecto a esos problemas que se me atribuyen con las autoridades, creo que se han exagerado. Es cierto que denuncié, y lo sigo haciendo, la desaparición de muchas personas en mi país, y parece que esto no cayó bien entre los militares, pero esto no puede unirse a ninguna idea de exilio". A Borges le ha dolido también el conflicto de las Malvinas, al que se opuso des de el principio.
En su vida personal a Borges le preocupa mucho más la literatura. "Estoy trabajando en diez libros: uno de prosas, otro de cuentos, un ensayo sobre Rafael Cansinos Assens -escritor judeoandaluz y maestro suyo- y una serie de traducciones de escritores de habla inglesa".
Otra de sus preocupaciones, que coincide también con la de muchos académicos españoles, es la de la conservación del idioma castellano. "Sería una lástima que se parcelara esta lengua. No debemos perder de vista que los idiomas, ya no sólo del futuro, sino también en buena medida del presente, son el castellano y el inglés".
En otras ocasiones Borges ha visto peligro de desintegración del castellano precisamente por la variedad de idiomas que existen en España. "Los latinoamericanos hablamos mejor el castellano que los españoles", llegó a decir Borges el pasado mes de febrero en una de sus declaraciones sorprendentes, que rápidamente suscitan polémica.