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El director de 'El Faro de Ceuta' en libertad, después de ser encarcelado por difundir una denuncia sobre la policía marroquí

El director del periódico El Faro de Ceuta, Antonio Ferrer, fue puesto en libertad al mediodía de ayer tras cuarenta horas de estancia en prisión. El periodista había sido detenido por orden del titular del Juzgado de primera instancia e instrucción número 2 de Ceuta, Alvaro Espinosa, por "encubrimiento en la revelación de secretos daños físicos en las cosas v morales en la personas".

El texto de la orden de detención hacía referencia a los daños sufridos por el vehículo de un musulmán que denunció actividades contra la soberanía española por parte de policías marroquíes. La denuncia que suscribían más de un centenar de vecinos de la barriada Príncipe Alfonso de esta ciudad, fue publicada el 20 de mayo pasado en El Faro de Ceuta.El juez, Alvaro Espinosa, que ordenó su ingreso en prisión, estuvo hablando con Antonio Ferrer en el centro de reclusión minutos antes de que éste fuera liberado. El abogado Salvador Pulido, defensor del periodista, indicó que el juez le había comentado que había ordenado la detención de Ferrer para que el periodista reflexionara.

En el momento de producirse su salida, estaban presentes familiares de Antonio Ferrer Peña, amigos y redactores del medio que dirige. Sus primeras manifestaciones fueron para puntualizar que le habían tratado bien en la cárcel, pero que no había tomado ningún tipo de alimentos durante los dos días que había permanecido recluido. La primera noche la pasó en una celda, pero ya la segunda le trasladaron a la enfermería para que pudiera estar más cómodo.

Una vez en su domicilio, comenzaron a recibirse visitas de miembros de UCD y del PSOE, así como gran cantidad de llamadas de distintos medios de comunicación.

Cuando se produjo su liberación, nadie de los que se encontraban en el centro penitenciario conocían la misma, sino que habían ido allí para conversar con él en el locutorio de la prisión. El propio director de la cárcel les comunicó la noticia de su puesta en libertad sin ningún tipo de fianza, aunque ha sido abierto contra él un auto para cubrir los posibles daños, tanto físicos como morales al musulmán primer firmante del documento de denuncia, que se han estimado en tres millones de pesetas.

Lleno de temores y miedos

Antonio Ferrer declaró a EL PAÍS que si algo había aprendido en la cárcel era que cuanto más se amaba la libertad, más difícil resultaba estar privado de ella. "En estos momentos tengo que reconocer y decir con profunda sinceridad que me encuentro lleno de temores y miedos. Sé que existe en España un sistema democrático y una libertad de expresión que es uno de los pilares básicos en los que se sustenta dicha democracia. Esto me consta que es así, pero con todo, cuando ingresé en la prisión, lo que siempre he creído tener claro se me volvió confuso".Siguió comentando que la confusión le comenzó desde el mismo momento en que era conducido a comisaría por miembros del Cuerpo Superior de Policía, le dieron a leer el escrito en el que se hacía referencia a los derechos que asisten a cualquier persona que va a ingresar en prisión. "Concretamente en un apartado de dicho escrito consta que se le explicarán al detenido las causas de su detención, explicación que yo solicité, pero que los funcionarios no pudieron facilitarme, por cuanto a ellos el Juzgado número 2 de Ceuta tan sólo les había remitido la correspondiente orden de detención. Entonces pedí que constara por escrito mi protesta por cuanto consideraba inconstitucional que dicho apartado no se cumplimentara conmigo".

En cuanto a la pregunta de qué habían representado para él estas cuarenta horas en prisión, señaló que las causas que motivaron su detención son: "Encubrimiento en la revelación de secretos y daños físicos a las cosas y morales a las personas". Estas causas le fueron notificadas al día siguiente de su ingreso en prisión. "Por tanto, queda claro que se me ha acusado de encubridor, cuando entiendo que uno de los derechos que yo creía que teníamos los profesionales de la información era el secreto profesional".

"Además", añadió Antonio Ferrer, "quiero apuntar hasta qué punto puede un periodista conocer de antemano si un determinado documento tiene el carácter de materia reservada, cuando además en tal documento no se hace mención a dicha característica. Entiendo que lo mejor que se podría hacer es volver a la censura previa". En la notificación que al día siguiente del ingreso en el centro penitenciario le entregaron al director de El Faro de Ceuta se decía textualmente: "Que se libre oficio a la delegación del Gobierno para que informe si el contenido del escrito aparecido en El Faro de Ceuta del día 20 de los corrientes bajo el epígrafe La manifestación vista desde dentro. ¡Policías, colaborad también vosotros! tiene carácter secreto, de modo que no debe ser publicado. Se acuerda la detención del director de El Faro de Ceuta, Antonio Luis Ferrer Peña, haciéndosele saber la causa de su detención, a cuyos efectos expídase el correspondiente oficio a la comisaría. Y procédase a la ciustodia y guarda del perjudicado Abselam Ahmed Abdel-Lah".

Por último, manifestó el periodista liberado que su gran satisfacción es que ha aportado su grano de arena al periodismo español, dando "con mis huesos en la cárcel, pero sin llegar a revelar mis fuentes de información, que considero inviolables, y a las que estamos obligados todos los periodistas a proteger".

Diversos grupos parlamentarios han decidido, a petición de las agrupaciones provinciales de sus respectivos partidos en Ceuta, presentar iterpelaciones al Gobierno, ya que el documento-denuncia, firmado por los cien musulmanes, era conocido desde hace cinco meses por el ministro del Interior, Juan José Rosón, pues los dos senadores de Unión de Centro Democrático de Ceuta y otros miembros del comité ejecutivo provincial, se lo habían enviado. Sin embargo, fuentes del Ministerio del Interior negaron categóricamente a este períodico que la citada denuncia hubiera llegado a manos del ministro, al tiempo que mostraban su sorpresa por tales afirmaciones.

Igualmente estas preguntas al Gobierno irían encaminadas a solicitar las razones de por qué si desde hace seis meses el documento obraba en poder de la delegación del Gobierno en Ceuta, no se habían tomado las medidas policiales pertinentes para proteger a los firmantes de la denuncia e investigar a los denunciados.

En el plazo de 72 horas que transcurrió desde que El Faro de Ceuta insertó el documento y el incendio del vehículo del primer firmante del mismo, no hubo ninguna protección policial hacia esta persona, cosa que sólo se hizo una vez que Abselam Ahmed Abdel-Lah denunció ante la policía dicho incendio.

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