Zaragoza, cuatro días sin taxis
Zaragoza se encuentra desde el viernes por la noche sin servicio de taxis, en medio de un creciente malestar de los ciudadanos. La huelga, convocada por los empresarios del sector, es consecuencia de la aprobación de 35 nuevas licencias en el pleno municipal del pasado jueves y de los incidentes que en él tuvieron lugar, con la suspensión de la sesión y el desalojo de la sala, donde se habían congregado numerosos taxistas, a cargo de la Policía Municipal.La concesión de nuevas licencias ha venido creando una serie de tensiones durante el año pasado, desde que en su día fue aprobada por el Ayuntamiento para atender las demandas de los trabajadores de autotaxi. La asociación de empresarios llevó el caso ante la Audiencia Provincial, que falló a su favor, pero el Ayuntamiento recurrió al Supremo, que todavía no se ha pronunciado.
En este clima, la patronal solicitaba que no hubiese nuevas concesiones en tanto no se dispusiera de sentencia en firme, postura que apoyaban UCD y el Partido Aragonés Regionalista (PAR). Pese a todo, el dictamen se aprobó y esas 35 nuevas licencias han desencadenado uno de los conflictos de mayor impacto registrados en Zaragoza. Exponente de ello han sido las marchas lentas de vehículos que obstaculizaban el tráfico el sábado y la violencia de algunas situaciones, como los enfrentamientos con la Policía Municipal o la agresión a un taxista de UGT que no quería sumarse a la huelga. Otros aspectos del conflicto son que los servicios de urgencia establecidos por el Ayuntamiento tienen que hacerse con protección policial, y la división existente entre los huelguistas, la mayor parte de los cuales están de acuerdo en el motivo, pero no en los métodos y en el hecho de que la asamblea haya delegado su representación en el sindicato ultraderechista Fuerza Nacional del Trabajo.
