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Reportaje:

La nevada de ayer colapsó por completo Madrid

La nevada que cayó sobre la provincia de Madrid en la mañana de ayer paralizó prácticamente por completo la capital de España y sus pueblos limítrofes durante unas horas, y creó un caos total en la circulación, que no pudo normalizarse hasta entrada la tarde. Aunque la cantidad de nieve no fue abundante (dos litros por metro cuadrado), las bajas temperaturas (hasta cinco grados bajo cero) convirtieron Madrid y sus alrededores en una gigantesca pista de hielo y crearon situaciones de verdadero pánico entre los conductores. Las previsiones meteorológicas para hoy indican grandes heladas matinales, aunque descartan que vuelvan a producirse nevadas.

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Lo normal para los madrileños ayer fue llegar a sus trabajos, con tres, cuatro o cinco horas de retraso. Los problemas comenzaron poco después de las seis de la mañana, cuando se echaron a la calle los primeros conductores. La circulación sobre el hielo era prácticamente imposible y la mayoría de los conductores optaron por abandonar sus vehículos en cualquier sitio, incluso en la misma calzada, y dirigirse a pie hacia sus domicilios o hacia las paradas de los transportes colectivos. Entre las siete y las diez de la manana, hora en que fue cediendo el hielo, en las principales vías de acceso a Madrid y en la M-30 se contabilizaron decenas de miles de coches abandonados.Ciudades dormitorio, como Alcorcón, Móstoles, Alcobendas o Getafe, y barrios periféricos, como El Pilar, Fuencarral, Mirasierra o Ciudad Universitaria, estuvieron varias horas incomunícados con Madrid por superficie, por lo que centenares de miles de madrileños llegaron tarde al trabajo. Numerorosos accidentes por alcanice se produjeron en Madrid durante toda la mañana y primeras horas de la tarde -aunque sólo se contabilizó un muerto en Alcalá de Henares hasta que la situación pudo normalizarse. Los conductores más previsores habían instalado cade nas en las ruedas de sus vehículos, pero de poco o nada les pudieton servir, porque, a partir de las siete de la mañana, Madrid se había convertido en un único y gigantes co atasco, al que contribuyeron de forma decisiva los autobuses y camiones que se habían cruzado en las calzadas a causa de derrapes.

Colegios (éstos principalmente porque no pudieron circular los autobuses escolares), establecimientos y oficinas tardaron varias horas en abrir a causa de la nevada, y las comunicaciones entre pueblos de la provincia quedaron prácticamente interrumpidas. Durante una buena parte de la mañana de ayer era necesario el uso de cadenas en todas las carreteras provinciales y en varios puntos de éstas el tráfico estaba prohibido.

Temperaturas bajo cero

Un importante despliegue del Servicio de Limpiezas del Ayunta miento y del Ministerio de Obras Públicas (véase recuadro adjunto) contribuyó de forma eficaz a despejar las principales vías, aun que en algunos puntos (puente del Rey, avenida de Portugal, paseo de Extremadura, Cardenal Herrera Oria, El Pilar, Ciudad Universita ria y Mirasierra) la situación fue especialmente caótica, entre otras cosas debido al fuerte frío reinante, que hizo que sólo entre las doce y las cuatro de la tarde se alcanzasen temperaturas ligeramente superio res a los cero grados.Un accidente múltiple en la au-topista de Barajas (véase recuadro) hizo intransitable el acceso al aeropuerto y a las fábricas del pasillo industrial Madrid-Guadalajara. Millares de madrileños llegaron tarde al aeropuerto, aunque es cierto que catorce vuelos (destinos a Bruselas, Franefort, Düsseldorf, Milán, Londres, Bonn, Oviedo, Santiago de Compostela, Málaga, Sevilla y puente aéreo con Barcelona) hubieron de ser cancelados.

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El temporal produjo cortes de luz en varios puntos madrileños, y en concreto, en las líneas del Metro VI y VII, Canillejas-Suanzes y Musas-Avenida de América, se produjeron escenas de pánico e histeria cuando el corte de fluido eléctrico paralizó el servicio (sin siquiera luz en los vagones) durante veintinueve minutos, entre las 12.42 y las 13.11 horas, según informaron fuentes de la compañía. El colapso de la ciudad provocó la saturación de la mayoría de las líneas telefónicas, con lo que ayer por la mafiana era extremadamente dificil poder hablar por teléfono. La Compañía Telefónica informó que no se había producido avería alguna.

Por suerte, se pudieron atender todas las urgencias médicas fundamentales, especialmente gracias al esfuerzo de la Policíá Nacional, policía gubernativa y Guardia Civil. El primero de los cuerpos sacó a la calle 150 coches patrulla y atendió más de treinta urgencias, entre ,ellas dos parturientas y varios en- fermos con infartos. A nivel de anécdota, la Policía Municipal hubo de socorrer al vicepresidente primero del Gobierno, Gutiérrez Mellado, cuyo coche se había quedado atrapado por el hielo cuando éste se dirigía a su despacho. También el presidente de la Diputación, Rodríguez Colorado, tardó tres horas en alcanzar su despacho.

Los transportes públicos

Con todo, lo peor para los madrileños en la caótica mañana de ayer fue sin duda encontrar una plaza en los transportes colectivos para acudir a sus puestos de trabajo. La EMT, que transporta a diario a 1.300.000 viajeros, sufrió graves interrupciones de tráfico en 58 de sus 120 líneas, a pesar de que pudo sacar a la calle todos los autobuses disponibles, unos 1.600 (con la excepción de 68, cuyos conductores no pudieron llegar a tiempo a causa de la nieve). El Metro y los trenes de cercanías de Renfe fueron totalmente insuficientes y la imagen habitual fue la de enormes colas ante las paradas de personas ateridas por el frío.El exceso de gente en las estaciones provocó fuertes incidentes ante la imposibilidad de que todos "los viajeros accedieran a los trenes. En estaciones intermedias como Alcorcón, Villaverde, Leganés o Alcobendas los viajeros decidieron cortar el paso de los trenes, ya que venían saturados en todos los viajes de sus estaciones iniciales y no paraban en aquéllas. Se dio la picaresca de revendedores de billetes de trenes y Metro -para no guardar cola-, e incluso los empleados hubieron de colocar grandes carteles indicadores de los precios de los billetes ante el desconocimiento de los mismos por gran parte del público. La Jefatura Provincial de Protección Civil no intervino, ya que, al parecer, es usual que en caso de nevadas sólo intervenga en situaciones de aislamiento de núcleos rurales y para urgencias sanitarias. Los atascos, en fin, han sido enormes durante la mañana en todas las vías de acceso y salida de Madrid. Desde Goya a Alcorcón se llegaron a emplear cerca de cuatro horas para poco más de veinte kilómetros. La mayoría de los trenes de cercanías circularon con grandes retrasos.

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