Castro Urdiales decidirá sobre el proyecto Bofill el 16 de diciembre
En medio de un clima de fuerte tensión, con dos centenares de personas encerradas en el Ayuntamiento, que retenían a los concejales que debían adoptar la decisión, en tanto que fuerzas de la Guardia Civil intentaban, sin éxito, penetrar en la Casa Consistorial, se decidió convocar para el próximo día 16 de diciembre la consulta popular sobre Castronovo, controvertido proyecto del arquitecto catalán, Ricardo Boffill, por el que la villa marinera de Castro Urdiales vería, en el caso de llevarse a efecto, triplicada su población actual.
Las discrepancias entre los ocho concejales que, por delegación del resto de la Corporación, deberían decidir la fecha en que se celebraría la consulta popular en torno a Castronovo, acuerdo tomado por la Corporación castreña tras numerosos conflictos, que culminaron con la huelga de hambre de siete personas, entre ellas dos concejales de Izquierda Castreña Unida, motivaron que el numeroso público, que se había concentrado frente al Ayuntamiento en espera de una decisión municipal, ocupara aquél.Desde el inicio de la reunión quedaron patentes las irreconciliables posturas entre la coalición de Izquierda Castreña Unida, que proponía el 25 de noviembre como fecha indicada para la consulta, y la de los concejales de Unión Electoral Independiente, partidarios de retrasarla hasta el 30 de marzo del año próximo, decisión esta que, al parecer, había sido inducida por el alcalde, Manuel Gutiérrez Elorza, aunque este no acudiría a defenderla a la reunión. El acuerdo posterior de que fuera el 13 de enero cuando los castreños pudieran expresar su opinión sobre Castronovo, no fue aceptada por el público que, en la plaza del Ayuntamiento, esperaba información.
Al filo de la medianoche hicieron su aparición ante el Ayuntamiento cinco jeeps de la Guardia Civil, equipados con material antidisturbios, y con la orden de desalojar la Casa Consistorial. Los agentes procedieron a bloquear, con uno de los vehículos, la puerta principal, al tiempo que intentaban franquearla, sin conseguirlo, golpeándola con las culatas de las metralletas, mientras que la tensión, tanto dentro como fuera del Ayuntamiento, iba en aumento. La mediación de algunos vecinos daría como resultado el cese de la actuación de las Fuerzas del Orden.
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