Probable acuerdo para estabilizar los precios mundiales del trigo
En un clima incierto, de grandes expectativas, se reabrió ayer la conferencia de las Naciones Unidas sobre el trigo, que se inició hace un año y que por falta de acuerdos debió suspenderse durante su segunda reunión plenaria de negociaciones, en noviembre de 1978.
Más de setenta países exportadores e importadores de trigo negocian un acuerdo comercial, en base a mecanismos que aseguren la estabilidad de los precios en los mercados internacionales. En este punto chocan los criterios de Estados Unidos y la Comunidad Económica Europea. El acuerdo vigente data de 1971 y expira en junio próximo. Según los expertos, durante esta tercera etapa de la conferencia podría concluirse un acuerdo, ya que Estados Unidos y la CEE lograron la aproximación de algunos criterios, en negociaciones bilaterales llevadas a cabo en diciembre.
Ambas partes coinciden, después de muchas discusiones, en que los stocks reguladores de trigo entren a operar en el mercado cuándo el precio descienda a un límite de 140 dólares por tonelada. En la actualidad el precio varía en torno a los doscientos dólares. Otro elemento, el más objetivo, que se estima servirá de presión en estas negociaciones tiene relación con las cosechas récords de trigo registradas en el año 1978 y las más abundantes aún que se esperan de 1979 en Estados Unidos, lo que incide en nuevos contingentes de exportación y tendencia a la baja de los precios.
Finalmente, se habla de un factor «político» o de «compromiso » constituido por leí carta que envió el 15 de diciembre último el presidente Carter al Congreso norteamericano, pidiendo una prolongación hasta el 30 de septiembre próximo de los derechos compensatorios (waiver) de que gozan algunos productos agrícolas subvencionados por los Gobiernos de la CEE.
La suerte de la conferencia de las Naciones Unidas sobre el trigo -estiman, sin embargo, algunos expertos- está íntimamente ligada a la conclusión de un. acuerdo final en las negociaciones multilaterales sobre reducción de tarifas aduaneras, conocidas como negociaciones Tokio-Round, que debieron finalizar, como plazo último, en diciembre de 1978. El suspense en que quedó la conclusión de dichas negociaciones también se relaciona con la actitud de la CEE en lo que se ha entendido como una «represalia» por la no prolongación de la fórmula de los derechos compensatorios por parte del Congreso norteamericano.
Además del trigo en la conferencia se abordan los problemas planteados por el comercio de cereales secundarios, y la ayuda alimentaria a países del Tercer Mundo.
