Sin modificaciones en el título de la Corona
El Pleno del Senado aprobó ayer por la mañana dieciséis nuevos artículos, del 52 al 67, en una aburrida, pero eficaz, sesión de tras horas. Tan sólo se produjeron dos ligeras modificaciones sobre el dictamen de la comisión, una de ellas de carácter técnico en el artículo 52, que encabeza el capítulo de las garantías de los derechos fundamentales, y la otra en el 67 de la composición del Congreso, que significó la vuelta al texto aprobado por la Cámara de Diputados sobre el requisito para ser elector y elegible: ser español en pleno uso de derechos políticos. La primera propuesta fue del ucedista Luis Angulo, y la segunda, del comunista Mateo Navarro.
El artículo 55, que encabeza el título de la Corona, y al que no se habían presentado enmiendas, fue aprobado sin debate, y con el voto en contra del señor Xirinacs y las abstenciones de los señores Bandrés, Martín Retortillo, Moreno Acevedo, Huerta y Cortés Zapico.
En el artículo 56, sobre la sucesión a la Corona, no prosperó la propuesta de Progresistas y Socialistas Independientes para que no se diese preferencia en la línea hereditaria al varón sobre la mujer.
El señor Zamanillo defendió la enmienda argumentando que el dictamen suponía una contradicción con la propia Constitución, que establece la igualdad total de los sexos. «Esto -afirmó- no es una tradición, sino una atrasación.» Por UCD se opuso el señor Pérez Maura, asegurando que la preferencia del varón no supone discriminación, «pues la Corona no es un privilegio, sino un servicio que puede ser desempeñado por un hombre». Los socialistas se abstuvieron en las votaciones de este artículo.
Otro intento frustrado del PSI fue el de otorgar la tutela del Rey menor en primer lugar al padre o la madre, en el artículo 59. Manuel Villar Arregui defendió la enmienda diciendo que una Constitución que no tenía empacho en dar un cargo público como la regencia (artículo 58) al padre o la madre, no podía cometer la incoherencia de otorgar la tutela con preferencia a la persona que pueda haber designado el Rey difunto, siendo el tutor un cargo de carácter mucho más privado.
En el artículo 61, que enumera las competencias del Rey, Julián Marías propuso que se diese al monarca la capacidad de dirigir mensajes a las Cortes, lo que, según el proponente, equivalía a poder dirigirse al pueblo a través de sus representantes. En contra de la enmienda, el socialista Fernando Morán se preguntó en calidad de que podría el Rey dirigir tales mensajes, y dijo que sólo podría hacerlo como mediador en caso de conflicto, lo que en cierto modo supone tomar partido, o aI dictado de una de las partes.
Aprobado el artículo sin modificación, igual que el resto del título, la sesión terminó con la aprobación de la enmienda señalada al artículo 67. El único comunista de la Cámara, Vicente Mateo, defendió los criterios de su partido sobre elección del Congreso por sistema proporcional estricto, pero retiró la propuesta en tal sentido.
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