El Giro cancela el premio que quería dar al bajador más rápido
Ante el alud de críticas, la carrera italiana renuncia a su idea de premiar al ciclista más veloz descendiendo los puertos
Lo habría financiado Pirelli, la marca de neumáticos que hace eslogan de velocidad y control, y lo habrían disputado los 198 ciclistas que desde el viernes comienzan en Alguer (Cerdeña) la aventura del centésimo Giro de Italia. Además de los premios habituales –al mejor sprinter, al primero en la general, al rey de la montaña o al mejor joven—la carrera italiana tenía pensado otorgar un premio al mejor descendedor. Para ello cronometrarían 10 tramos de bajada de montaña en 10 etapas diferentes. Los tres primeros de la general se repartirían 15.000 euros. El ciclismo inventó la expresión descender a tumba abierta, una imagen que cada vez es menos literaria y más real.
Los ciclistas empezaron a hablar en alto, a decir que la carrera les quería inducir a arriesgarse más aún de lo que ya se arriesgan sin acicates, y tantas han sido las críticas que en menos de 24 horas desde el anuncio del premio, el Giro ha decidido dar marcha atrás, en mitad de la cuesta abajo podría decirse, aunque de manera incompleta. No habrá premio, no habrá clasificación que premie al mejor descendedor, pero sí que se cronometrarán los tramos y se publicarán los resultados. Horas antes de renunciar, la Unión Ciclista Internacional (UCI) misma había pedido al organizador que reconsiderara la idea.
“Esa idea era una locura”, dice el excliclista Pedro Horrillo, que estuvo varios días en coma tras una pavorosa caída descendiendo un puerto en el Giro de 2009. “Era como hacer un show haciendo correr más riesgos a trabajadores, como son los ciclistas, que se ganan la vida ejerciendo una profesión ya peligrosa de por sí”.
Otra de las voces que con más lucidez expresó su rechazo es la de Elke Weylandt, la hermana de Wouter, el ciclista belga que se mató descendiendo un puerto en el Giro de 2011. “Me quedé de piedra cuando leí que iban a instituir ese premio,” ha declarado Weylandt a la web cyclingtips.com. “Me parecía una cosa muy chocante dar un premio por hacer lo más peligroso que hay en el ciclismo, descender un puerto. Todos los días hay caídas peligrosas. Mi hermano murió hace seis años en un descenso, y la semana pasada se mató Chad Young, un ciclista de 21 años, en un descenso en Estados Unidos. Aunque la mayoría de los corredores dirían que no se la iban a jugar por un premio estúpido, seguramente habría algún ciclista estúpido que no solo se arriesgaría, sino que pondría en riesgo a todo el pelotón”.
Pedro Horrillo no recuerda nada de los momentos previos ni de los días siguientes a su caída, que pasó en la UCI de un hospital de Bérgamo.. “No sé lo que pasó, pero a mí seguro que nadie me obligó a arriesgar. Supongo que yo me arriesgué porque me había descolgado subiendo y mi trabajo era estar con el líder delante, y tenía que alcanzarle”, explica el exciclista vasco. “Además, parece olvidar el Giro que en el pelotón hay una serie de normas no escritas que todos respetamos en los descensos, y al que no las respeta se le echa en cara y se le da duro”.
Entre las normas que todos respetan y que un acicate como un premio pondría en peligro figura la de bajar en línea, siguiendo uno la trazada de quien lleva delante. “Pero si un corredor es más rápido que el que le antecede, tiene derecho a adelantarle pero solo en una zona sin peligro, en una recta”, dice Horrillo. “Nunca se puede hacer un interior en una curva ni guarradas que pongan en peligro al compañero”.
En el mismo sentido se expresa Eusebio Unzue, el director del Movistar, que intentará ganar el Giro con Nairo Quintana y se felicita de la renuncia: “La idea era una invitación a asumir más riesgos aún en una actividad muy peligrosa de por sí…”.
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