El rastro telefónico de los amaños
Un informe policial detalla las llamadas con móviles de tarjeta prepago entre jugadores del Betis y directivos de Osasuna
El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Pamplona, Fermín Otamendi, dictó ayer el levantamiento del secreto del sumario del conocido como Caso Osasuna, que investiga las salidas no justificadas de dinero en efectivo del club por importe de 2,4 millones de euros y su posible relación con la compra de partidos que evitaran el descenso del club a Segunda División durante la temporada 2013-2014. La investigación policial de los teléfonos con los que se habrían comunicado directivos de Osasuna y jugadores del Betis avalan el testimonio del exgerente del club navarro, Ángel Luis Vizcay, del que partió la investigación el pasado mes de febrero. Entonces Vizcay afirmó que Osasuna había abonado 250.000 euros a jugadores del Espanyol por empatar en el penúltimo partido de liga y 650.000 a miembros de la plantilla del Betis; 400.000 por ganar al Valladolid y 250.000 por dejarse ganar por Osasuna en el último partido de esa temporada, el 18 de mayo de 2014.
El análisis policial de los teléfonos y su geolocalización avala la confesión de Vizcay. Según esta investigación, los jugadores del Betis contaban con un teléfono de tarjeta prepago con el que mantenían la comunicación con los directivos de Osasuna Ángel Vizcay y Txuma Peralta. La operación apunta a una concienzuda preparación para tratar de dificultar el seguimiento del amaño. El terminal fue comprado, según el sumario al que ha tenido acceso EL PAÍS, en un local de Madrid en abril de 2014 con la documentación de un ciudadano ecuatoriano, del que la Policía no ha logrado identificación, por lo que apunta a que fuera documentación fraudulenta. Ese terminal es atribuido a los jugadores del Betis por parte de la Policía debido a su restringido registro de llamadas en el que aparecen hasta 109 con el directivo de Osasuna Peralta, 37 con Vizcay, 3 con el jugador bético Amaya y 4 con un teléfono propiedad de una empresa de asesoramiento y representación deportiva, Nuamen, propiedad de la hermana del futbolista David Aganzo.
El pasado 5 de octubre, Vizcay varió su testimonio afirmando que quien se ponía en contacto con Osasuna desde ese teléfono era Xavi Torres, algo a lo que la investigación da credibilidad debido a que la geolocalización del teléfono señala a Dos Hermanas, donde Torres tiene su domicilio, y durante junio de 2014 a Xàbia (Alicante) donde Torres se encontraba de vacaciones y desde donde habría llamado a Vizcay para reclamar la cantidad que quedaba pendiente de los 650.000 euros acordados. Torres se encuentra también entre los investigados por la presunta compra del Levante-Zaragoza de 2011, cuando jugaba en el club valenciano.
La geolocalización también corrobora la presencia de ese terminal, comprado para las negociaciones de los amaños, viajando desde Sevilla hasta Madrid el 9 de mayo de 2014, fecha marcada por Vizcay para la reunión en el Hotel Meliá Los Galgos de la capital en la que habría entregado dinero a un jugador del Betis que el ex gerente identificó como Antonio Amaya. Llama la atención que Amaya dio de baja su teléfono a los pocos días de ser imputado en el caso, en abril pasado.
Otro dato llamativo es la presencia en el tráfico cruzado de llamadas de Cristina Valencia, relacionada con Peralta y que firmó una factura falsa de 900.000 euros para Osasuna y de Adrian Rosado, ex jugador de la cantera bética. A ambos se les considera mediadores en la trama con unos teléfonos que compraron en mayo y cancelaron en junio de 2014, las semanas del final de liga investigado.
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