Vacaciones forzosas para Mad Men

La cuarta temporada de Mad Men acabó el pasado octubre con nuevos frentes abiertos y la confirmación de su renovación en el aire. Cinco meses después todavía no ha llegado el anuncio oficial del regreso de la serie, aunque cadena y productores lo dan por hecho, y empieza a materializarse la posibililidad de que la quinta temporada no se estrene hasta finales de 2011 o incluso 2012.

Las razones del retraso son dos: el dinero y una pequeña lucha de egos. A estas alturas Matt Weiner (padre y productor ejecutivo de la serie), AMC (canal que la emite) y Lionsgate TV (estudios donde se graba) siguen sin ponerse de acuerdo sobre qué parte de los beneficios recibe cada uno. AMC tiene en propiedad los derechos hasta la quinta temporada (la que debía empezar este verano) y coincide con Weiner en extenderla, por lo menos, hasta la sexta. Pero aquí vienen los problemas. El éxito cosechado por el drama se traduce también en mayores beneficios económicos por lo que cada parte ha exigido una renegociación de las condiciones del contrato. En enero Weiner contó a la revista EW que AMC y Lionsgate estaban luchando “por un producto muy lucrativo del que todos quieren el mejor trozo posible”.

La historia no es nueva y ya al final de los segunda temporada surgieron los primeros desacuerdos económicos. Hubo que esperar hasta enero de 2009 para saber que Mad Men tendría continuación. Ese retraso movió el estreno del mes de julio a agosto, un lapso de tiempo pequeño comparado con el que afrontará la serie ahora. El tira y afloja de este año ha retrasado el inicio del rodaje, que debía comenzar en mayo, y hará inevitable que el estreno se retrase varios meses. AMC confía en poder emitir la nueva entrega del drama a finales de 2011, pero todo parece indicar que habrá que esperar a 2012.

Mad Men ha sido clave en la consolidación de AMC como competidora directa de HBO por el trono de la televisión por cable. La cadena estaba especializada en la emisión de películas clásicas hasta que decidió apostar por la serie, que había sido rechazada por varias cadenas entre ellas la propia HBO. Tras ella llegaron Breaking Bad, Rubicon (cancelada tras su primera temporada) y The Walking Dead. La ausencia de Mad Men este verano provocará un pequeño agujero en la parrilla de canal, que será compensado en parte con el lanzamiento de la cuarta temporada de Breaking Bad, que estrena fecha de emisión (de marzo a julio). Para el otoño quedan la segunda de The Walking Dead (octubre) y el debut de Hell On Wheels. Y antes de todos estos estrenos, debuta en abril The Killing.