La ANC se queda sola en la polémica campaña de los farolillos

La campaña para que farolillos independentistas en manos de niños recibieran a los reyes en la cabalgata de Vic (Barcelona), aprovechando la retransmisión de TV3, ha terminado dejando sola a la Asamblea Nacional Catalana (ANC), en una de las mayores divisiones que ha afrontado el independentismo en los últimos años. La carta del presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, avisando el miércoles a los presidentes de sus territoriales que estén alerta con el apoyo que den a determinadas iniciativas, fue la última muestra. Los partidos tampoco han arropado a la ANC.

El argumento utilizado por la ANC de que utilizan los farolillos iluminados con la estelada desde 2012 no ha acabado de convencer al resto de entidades y partidos independentistas, que han mantenido un bajo perfil en twitter sobre la polémica. Una muestra: figuras como Carles Puigdemont, Carme Forcadell y Oriol Junqueras (los tres principales cargos institucionales del flanco secesionista) han evitado dar su opinión sobre la campaña. Su silencio se ha mantenido también en sus perfiles en las redes sociales, en contra de lo que es habitual.

Tras el plante del presidente de Òmnium, aunque su agrupación de Vic apoyaba a la llamada a recibir a los reyes Gaspar, Melchor y Baltasar con los farolillos con banderas independentistas, fue respondida por el presidente de la ANC, Jordi Sánchez. En un mensaje a través de Twitter, dijo: “A la gente de la ANC Vic y de Òmnium de Osona gracias por estar ahí desde hace tanto tiempo iluminando con acierto el camino hacia la república catalana”, en un claro mensaje de apoyo en plena tormenta.

El mensaje contrasta con suspalabras del martes, cuando calificó de “anecdótica” la iniciativa. ANC Osona, impulsora de la campaña, asegura que se han disparado las ventas de farolillos este año, hasta los 1.500, según recogía el diario El9nou. Además de la división del independentismo, la polémica ha manifestado también la diversidad del movimiento y la falta de un liderazgo.

Mientras que la Asamblea Nacional ha defendido a su territorial argumentando “la acogida” en los últimos cuatro años en los que se han utilizado los farolillos en la cabalgata de Vic y Òmnium ha acabado desmarcándose claramente, el primer partido independentista que ha acabado posicionándose claramente ha sido ERC a través de su diputado en el Congreso, Gabriel Rufián. “No me gusta, yo no lo haría”, dijo Rufián, que ponía en el mismo de la balanza esta campaña con las imágenes de niños en procesiones portando la bandera española.

Fuentes del PDECat afirmaron este jueves que “los niños son niños” y que “no hacía falta hacer esta campaña”. Pero también recalcaban que “el show mediático que se ha montado en Madrid es innecesario y no ayuda a evitar rebajar los ánimos”.

El Gobierno catalán ya expresó el martes “respeto” hacia la campaña, y la consideraba similar a la que se hacen en actos deportivos y culturales cuando se utiliza la estelada como símbolo reivindicativo. La diferencia en este caso es que la llamada iba dirigida “especialmente a los más pequeños”, según constaba en el comunicado original colgado en la web de la ANC de Osona. Al final, no obstante, la agrupación de Badalona también vendió los farolillos y desde Vic se han vendido para otros municipios de Cataluña.