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COMISIÓN DE MEMORIA HISTÓRICA DE MADRID

“Si un monumento ha existido, no hay que olvidarlo sino explicarlo”

La Comisión de Memoria Histórica echa a andar con catedráticos y escritores, se da un año de plazo y adelanta que propondrá cambiar el nombre del Arco de la Victoria

El Ayuntamiento de Madrid ha presentado esta mañana la comisión que aplicará la Ley de Memoria Histórica, retirando los monumentos ligados a la dictadura y las alusiones franquistas del callejero. Será presidida, como adelantó EL PAÍS, por Paca Sauquillo, una histórica militante de los derechos civiles, exdiputada regional socialista y compañera de universidad de la alcaldesa, Manuela Carmena (Ahora Madrid). Saquillo se ha dado de plazo máximo un año para concluir los trabajos, aunque “no se esperará al informe final para ir tomando decisiones”. “Cuanto más corto sea, habrá menos tensiones entre las diferentes sensibilidades, que las hay. “Hay dos posturas: oiga no toque nada, para qué se mete en estos líos con todo lo que hay. Y otra es: aquí hay que cambiar muchas cosas. Hay que unirlas en un término intermedio”, ha añadido.

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“Nada revanchismo, hay que solucionar esto con buena voluntad”, ha señalado Sauquillo. Así, por ejemplo, se ha mostrado “personalmente más partidaria” de mantener ciertos monumentos, “explicar lo que había junto a lo que hay ahora, mejor que quitar”. “Si un monumento ha existido, a lo mejor no hay que olvidarlo sino explicarlo”, ha añadido. Trabajará para ello en colaboración con la Comunidad de Madrid (de quien depende el destino del patrimonio protegido) y con el Gobierno central (responsable, por ejemplo, de las prisiones, incluidas las que ya no existen).

Sauquillo presidirá una comisión de seis vocales elegidos por los partidos políticos con representación en el pleno municipal (de quien depende este órgano). Son el escritor e historiador José Álvarez Junco, que ejercerá de vicepresidente; es catedrático emérito de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Sociales y Políticos de la Universidad Complutense de Madrid y premio nacional de Ensayo (2002). Amelia Valcárcel es catedrática de Ética y Filosofía Política de la UNED. Teresa Arenillas es arquitecta y presidenta del Club de Debates Urbanos desde 2010. Andrés Trapiello es escritor y gano el premio Nadal en 2003. Santos Urías es escritor, abogado y sacerdote diocesano. Y Octavio Ruiz-Manjón es catedrático emérito de Historia Contemporánea de la Complutense.

El Arco de la Victoria cambiará de nombre

La presidenta de la Comisión de Memoria Histórica del Ayuntamiento de Madrid, Paca Sauquillo, ha señalado que guiará sus trabajos a partir del artículo 15 de la ley estatal aprobada por el Partido Socialista en 2007. “Es muy claro, y vamos a intentar cumplirlo porque hay que cumplir las leyes”, ha indicado Sauquillo.

Ese artículo señala: “Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas”. Esto “no será de aplicación cuando las menciones sean de estricto recuerdo privado, sin exaltación de los enfrentados, o cuando concurran razones artísticas, arquitectónicas o artístico-religiosas protegidas por la ley”. “El Gobierno colaborará con las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales en la elaboración de un catálogo de vestigios relativos a la Guerra Civil y la Dictadura a los efectos previstos en el apartado anterior”, concluye.

Sauquillo ha evitado referirse a ejemplo concretos, pero, a pregunta de un periodista, sí ha señalado sobre el Arco de la Victoria (en el distrito de Moncloa-Aravaca, a la entrada de la autovía A-6): “De acuerdo con la Ley de Memoria Histórica, con el artículo 15, todo aquello hay que modificarlo. No quiero entrar en el nombre, habría que buscarle un nombre que estuviera de acuerdo con la ley”.

“He intentado que la comisión fuera plural y que hubiera diferentes profesiones, y vamos a contar también con los que no están”, ha señalado Sauquillo. A Octavio Ruiz-Manjón lo incorporó a petición del Partido Popular, y a Andrés Trapiello a propuesta de Ciudadanos. Santos Urías cuenta con el beneplácito del Arzobispado de Madrid. Sí ha insistido Sauquillo en que la comisión sólo será responsable de aquello que acuerden y firmen todos sus miembros. “Es un asunto muy sensible porque cada uno tenemos una memoria, y trabajar con sentimientos es muy difícil. Cuando salen cosas a la opinión pública se crean aún más sentimientos de confrontación, y lo que queremos es concordia, acuerdo y consenso”, ha explicado. Para evitar filtraciones malintencionadas, parciales o incorrectas, se ha dirigido en este sentido directamente a los miembros de la comisión, y ha pedido “mimo” a la prensa porque “se trabaja con los sentimientos de mucha gente”.

Un año de plazo máximo

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“Nuestra misión es cumplir la Ley de Memoria Histórica de 2007, en la que dice cosas concretas que hay que solucionar y que están sin solucionar. Vamos a trabajar en equipo. Nos hemos puesto de plazo máximo un año, pero ojalá sea menos, quiero acabar esto pronto porque no podemos estar toda la vida hablando de unas cosas que hay que solucionar y que quizá deberían haberse solucionado hace más tiempo”, ha explicado Sauquillo. La comisión se reunirá dos veces al mes, trabajará en la sede municipal de la plaza de la Villa y rendirá cuentas al pleno cada tres meses (empezando en septiembre). Contará con funcionarios de apoyo, y con la ayuda de uno que trabajó con el exlehendakari socialista Patxi López con las víctimas del terrorismo en el País Vasco.

Sauquillo ha insistido hoy en su idea de crear un museo “de reconocimiento de lo que ha sido la historia de Madrid”, y ha apostado por organizar un encuentro internacional para ver cómo han resuelto este tema otras capitales europeas. Ha dicho contar con total libertad de trabajo por parte de Carmena, y ha confiado en que, pese a que su labor nominalmente es sólo de asesoramiento, el pleno terminará ejecutando todo aquello que ellos decidan. Ha asegurado que partirá “de cero”, pero tomando en consideración todo lo hecho antes ya (por parte de historiadores, asociaciones de memoria e incluso el propio Ayuntamiento durante la fase dirigida por la concejal de Cultura, Celia Mayer).

Carmena: "Los que vengan recordarán a aquellos a los que vosotros decidáis que recuerden"

La alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, ha destacado esta mañana: “La experiencia nos ha llevado a entender que debíamos ir por este camino. Es fruto de las reflexiones colectivas de los cuatro grupos municipales. No puedo menos que alegrarme y pedir que todos los miembros del comisionado puedan verdaderamente ayudarnos a lo que queremos: conseguir que Madrid tenga la memoria que necesita para que cada vez tenga más fortaleza, asentamiento de valores y un futuro mejor para los que estamos aquí y para lo que vendrán, que recordaran a aquellos que vosotros decidáis que recuerden”.

La propuesta de crear esta comisión fue de la portavoz socialista, Purificación Causapié, tras la polémica de febrero sobre la Ley de Memoria Histórica. Apostó por poner a "una persona independiente" con "una sensibilidad muy especial" al frente de una "comisión amplia, con representación de expertos e historiadores, para que dieran cobertura técnica, histórica y jurídica al proceso de aplicación de la ley". Carmena decidió que no dependiera de la concejal de Cultura, Celia Mayer, tras los errores cometidos en la primera fase de los trabajos, sino del pleno municipal.

Esta mañana, la portavoz municipal del Partido Popular, Esperanza Aguirre, ha dado su "apoyo" a la comisión "porque su espíritu es la concordia". "Lo importante es que no se pierda el espíritu de la Transición, no es cuestión de reabrir heridas pero sí de reparar algunas cuestiones", ha añadido. La portavoz municipal de Ciudadanos, Begoña Villacís, ha coincidido en que la comisión "está teniendo un buen comienzo"; en su opinión, debe basarse en "el consenso, la prudencia y el respeto", "todo lo contrario" en su opinión a lo hecho anteriormente por el Ayuntamiento en este área.

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