El Arnau sacude las plumas

“Hoy el Arnau sacude las plumas porque está cansado de estar cerrado”, proclamaba una gallina sobre el escenario después de repartir plumas de colores al centenar largo de asistentes reunidos ante la fachada del teatro, en la plaza Raquel Meller en el Paral·lel, junto a la Sala Barts. La gala, organizada por la Plataforma Recuperem el Teatre Arnau —nacida hace casi un año y que agrupa vecinos de los barrios de Poble Sec y de Sant Antoni, así como artistas y compañías de teatro—, se celebró ayer como una jornada de actuaciones infantiles, cabaret, comida popular y música que duró siete horas, desde mediodía hasta las siete de la tarde. El objetivo: reabrir las puertas del Teatre Arnau tras 20 años en desuso.

Bajo el título L'Arnau sacseja les plomes, la plataforma pretende dar a conocer de manera lúdica y participativa las propuestas de la entidad a todos los ciudadanos. Y así fue. El público, curiosos y en la gran mayoría familias, iba llenando la reducida plaza, donde no faltaban platos de paella ecológica, pasta, vermuts y cervezas a precios también populares. Se trataba de la segunda gala reivindicativa —la primera tuvo lugar el pasado 29 de noviembre en el mismo lugar y ella participaron cinco entidades y más de 200 personas— que busca recuperar este valioso espacio, último teatro de barraca que queda en Barcelona y actualmente propiedad del Ayuntamiento.

En esta ocasión, en la fiesta actuaron hasta ocho artistas, entre los que se encontraban Paramovidos, Las Glorias Cabareteras, Mercè Espelleta, Psicalíptiques y el Dj Andy Loop.

“Nuestra idea es hacer un equipamiento público de gestión comunitaria dedicado a las artes escénicas y a la memoria popular. Eso quiere decir que tiene que haber actividad escénica y que esté arraigado al territorio y a las entidades participativas. No queremos que sea un espacio muerto y estático”, explicaba Borja Lozano, puntualmente portavoz de la Plataforma —se van rotando los cargos—. Recientemente el Ayuntamiento se ha reunido con los responsables del Museo de Artes Escénicas (MAE) que tienen la intención de montar un museo con los fondos de esta entidad y que ahora está repartido también entre el Institut del Teatre y otros almacenes. Sin embargo, para la Plataforma ésta sería una manera de desaprovechar el espacio, pues “lo convertiría en "algo estático e impuesto, enfrente del dinamismo que le era inherente”.

“Dentro de un mes aproximadamente esperamos que se abra el proceso participativo. Cuando esto suceda, haremos más propuestas a largo plazo que vayan más allá de abrir el Arnau al público, nos sentaremos con el consistorio para ver qué hacemos”, advirtió Lozano. “Estamos acostumbrados a ver manifestaciones para que no cierren un local o un colegio, pero no son frecuentes movimientos de base como éste para llevar a cabo un proyecto cultural. Tenemos que cuidarlo”, concluía.

Para rescatar al Arnau, sostiene la Plataforma, hace falta un compromiso entre el mundo cultural y el mundo vecinal, una apuesta con antecedentes como el Ateneu Popular 9 Barris.