100 días aguardando una operación
El número de pacientes en lista de espera quirúrgica bate récords en Madrid Más de la mitad sufren demoras porque quieren intervenirse en su hospital público
“Me llamaron y me dieron a elegir: mi hospital o una clínica privada. Prefería operarme en mi hospital. Me dijeron que serían ocho meses de espera”. Araceli, prejubilada de 62 años, tenía la muñeca “muy fastidiada”; casi no podía escribir. Su traumatólogo había decidido que era el momento de intervenir. Cuando le ofrecieron hacerlo en una clínica concertada, se mantuvo firme. “Resulta que me llamaron de mi hospital público, Getafe, al día siguiente. En menos de 15 días estaba operada”, cuenta. “Me saca de mis casillas que me dirijan a un centro privado cuando mi hospital tiene media planta cerrada”, se lamenta.
El caso de Araceli es, a tenor de los últimos datos de lista de espera quirúrgica de Madrid, una excepción. Nunca desde que, en 2004, se puso en marcha un plan específico en respuesta a la promesa electoral de Esperanza Aguirre —aseguró en 2003 que dimitiría si algún madrileño tardaba más de 30 días en pasar por quirófano— había habido tantas personas esperando una operación: 65.913. Y nunca habían aguardado, de media tanto: 98,7 días. Por primera vez se roza el número redondo de los 100 días. Esta es la demora que sufren los pacientes que, al rechazar la primera opción que les ofrece Sanidad (suele ser una clínica privada) son penalizados con esperas hasta siete veces superiores.
Nueva ‘marea blanca’ contra la privatización sanitaria
Miles de personas se manifestaron ayer en Madrid en defensa de la sanidad pública y en contra de su privatización, convocados por varias asociaciones y sindicatos, en la que ha sido la duodécima protesta de la marea blanca. Se trata de la segunda manifestación tras la paralización cautelar del proceso de privatización de la gestión de seis hospitales de la Comunidad ordenada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).
También en este aspecto hay que destacar el récord: por primera vez, más de la mitad (52%) de los pacientes que figuran en la lista de espera prefieren ser operados en su hospital público y le dicen a Sanidad que no quieren ir a la privada. Porque en realidad no se puede hablar de una sola lista de espera, sino de tres. A diferencia del resto de España, un paciente no entra en lista cuando su médico indica la intervención. En Madrid, lo hace tras pasar por el anestesista, es decir, unos 30 días más tarde. Esa es la primera lista: la de los que aguardan el preoperatorio. Después están los que, haciendo uso de su derecho a la libre elección, quieren ser operados en su hospital. Finalmente, está la “espera estructural”. A estos pacientes sí se les opera en menos de 30 días: en 13,2 de media, según los últimos datos, de agosto, proporcionados esta semana por la Consejería de Sanidad.
Antes, eso sí, han figurado en la lista del anestesista, y han aceptado lo que Sanidad les ofrecía. Por el truco de ganar 30 días en el preoperatorio el Ministerio de Sanidad expulsó a Madrid del cómputo nacional en 2005. En 2012 volvió a ser admitida, pese a que no ha cambiado su manera de proceder. Según una portavoz del Ministerio, “se transforman los datos de manera que midan lo mismo que las otras comunidades”, es decir, se hace una estimación, pero asegura que las cifras “son comparables”.
El récord en la lista de espera, que en apenas dos meses sumó 1.800 personas, “es una preocupación”, dijo Elena Juárez, responsable de atención al paciente, en la Asamblea. Los recortes acabaron con las jornadas de tarde en los hospitales, que ahora se han sustituido por contratos de médicos al 50% de jornada con los que se abren los quirófanos fuera del horario de mañana. “No son suficientes”, dice Julián Ezquerra, secretario general del sindicato médico Amyts. “Las jubilaciones y los recortes han mermado mucho las plantillas”.
Coincide Marciano Sánchez Bayle, de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp): “Con los tremendos recortes los recursos disponibles son cada vez menores: hay menos personal, de enfermería y médico. A ello hay que sumar las jubilaciones forzosas de hace unos meses. Era inevitable que pasara esto”. Y apunta a que el sistema se vuelve ineficiente: “En los hospitales hay plantas cerradas, quirófanos que no funcionan, tecnología infrautilizada. Hay que dejar de derivar dinero al sector privado, que sale mucho más caro que aprovechar los recursos propios”, añade.
Sanidad asegura que solo el 6,5% de las operaciones de lista de espera entre enero y agosto se han derivado a la privada.
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