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Columna
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Israel, UE

La Unión Europea les ha hecho un regalo inesperado a los organizadores e integrantes de la primera sesión del Tribunal Russell sobre Palestina. Dicho Tribunal, fundado en 1966 por el pensador Bertrand Russell (para los no enterados, ver Wikipedia), con el objetivo de juzgar la actuación fuera del Derecho Internacional de Estados Unidos en Vietnam, inicia sus jornadas en Barcelona -en el Col.legi d'Advocats-, del 1 al 3 de marzo. Su meta, en esta primera sesión dedicada a Palestina, consiste, precisamente, en examinar "hasta qué punto la UE y sus Estados son cómplices en la continuada ocupación de los Territorios Palestinos, y de las violaciones por Israel de los derechos del pueblo palestino".

Lo del regalo, citado más arriba, viene a cuento de los "duros términos" condenatorios que la UE ha utilizado por el uso fraudulento de pasaportes comunitarios, a cargo de los autores del asesinato (selectivo: delectable adjetivación) de un líder de Hamás en Dubai. La UE estaba tan de los nervios por el asunto que a los señoritos no se les ocurrió ni nombrar a Israel en su papelín. Los ministros de Exteriores comunitarios tampoco condenan tal delito. ¿Para qué? Entre todos no tienen ni media hostia del extremista llamado Avigdor Lieberman, ese desenvuelto colega suyo.

El Tribunal Russell sobre Palestina no tiene mandato jurídico, pero sí un enorme peso moral. Lo respaldan personalidades como José Saramago, Naomi Klein, Noam Chomsky, Juan Goytisolo, Eduardo Galeano, Mike Leigh, Ken Loach y un etcétera muy largo. Pero lo más emocionante, para mí, es que, en la extensa lista de organizaciones que se adhieren figuran no pocas asociaciones de judíos antisionistas (no antisemitas, hay que aclarar), de España y del extranjero. Y ello incluye, para más emoción, a judíos de Israel, que esos sí que saben lo que está ocurriendo. Benditos sean.

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