Bosques sostenibles y material de calidad
Hoy en día, el mercado exige a los productos comercializados unos estándares de calidad y respeto al medio ambiente cada vez más elevados. En el caso de los artículos de madera, estos parámetros hacen referencia al origen de las materias primas, la adaptación y las propiedades físicoquímicas del producto en relación con su uso final, y los procesos productivos (gestión, control de la producción en fábrica y cumplimiento de las normativas legales).
En función de esos requerimientos, en el sector se han implementado diferentes sistemas de certificación, como certificados de calidad ISO 9000, certificados de gestión medioambiental ISO 14000, marcado CE para productos de madera utilizados en construcción y, principalmente, certificaciones de origen, referidas a la cadena de custodia de la madera y la gestión forestal sostenible de los bosques de procedencia.
Es a partir de la década de los ochenta del siglo pasado cuando la preocupación social e institucional hacia los temas medioambientales despega y los bosques comienzan a ser percibidos como un bien que debe ser correctamente gestionado. Ante esa situación, los agentes sociales, conocedores del verdadero papel de las masas forestales, no sólo como valor natural sino también como activo económico, empezaron a plantearse la urgencia de transmitir al consumidor final la importancia de una correcta gestión de los montes.
De esta forma, en 1993 se pone en marcha el FSC (Forest Stewarship Council o Consejo de Administración Forestal), con el objetivo de crear un sello único que garantizase la credibilidad de la certificación a través de unos estándares de aplicación global y de acreditar a las entidades encargadas de certificar los bosques. A partir de 1998 surgen diversos movimientos que cuestionan el monopolio que supondría contar con un único sistema de certificación de la gestión forestal sostenible. Nace así PEFC (Programme for the Endorsement of Forest Certification), como una iniciativa voluntaria del sector privado forestal dentro de un marco paneuropeo. En la actualidad, existen varios sistemas de certificación más en este ámbito, aunque los más extendidos continúan siendo PEFC y FSC, los únicos, además, vigentes en España.
Estas certificaciones forestales y las de cadena de custodia, es decir, la certificación de todos los eslabones industriales de transformación de la madera, desde el monte hasta que ésta llega al consumidor en forma de producto elaborado, permiten al consumidor conocer la procedencia legal y sostenible de los productos de madera que compra y optar por aquellos que le ofrecen dichas garantías.
En España existen, en estos momentos, más de un millón de hectáreas certificadas PEFC y 105.000 hectáreas certificadas FSC. Por lo que respecta a la cadena de custodia, hay 224 empresas certificadas PEFC y 101 FSC. Unas cifras que crecen año a año, poniendo de manifiesto que el desarrollo de las industrias forestales y de la madera pueden ser perfectamente compatibles con la sostenibilidad y el compromiso con el medio ambiente.
Francesc de Paula Pons es secretario general de Confemadera.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.