La 'máquina leonardesca' de Renzo Piano exhibe las pinturas de Emilio Vedova
El invento robótico del célebre arquitecto, autor del Centro Pompidou de París, realiza exposiciones dinámicas y de fascinante coreografía - Una aplicación permite al comisario decidir el ritmo de exhibición de la obra
El arquitecto italiano Renzo Piano, autor del Centro Pompidou (París) y el Centro Paul Klee (Berna), acaba de entregar su último proyecto: la sede de la Fundación Emilio e Annabianca Vedova, ubicada en en uno de los nueve Magazzini del Sale, los almacenes portuarios donde antiguamente se almacenaba la sal en Venecia.
En vez de llevar a cabo una reestructuración más o menos discreta y respetuosa del espacio, donde el pintor Emilio Vedova (Venecia, 1919 - 2006) tuvo su taller, Piano ha concebido un aparato robótico original, que permite realizar exposiciones dinámicas, completamente inéditas.
La máquina leonardesca, tal y como la denomina el arquitecto, recoge las obras en el depósito y las presenta lentamente una tras otra, en una fascinante coreografía mecánica. Sus movimientos son fluidos, no hay tirones, ni ruidos y las luces envuelven las telas, creando fascinantes juegos de sombras e ilusiones visuales.
Diferentes alturas
El sistema concebido por Piano se usará con las pinturas de grandes dimensiones (superiores a dos metros por dos), la obra más numerosa e interesante de la producción pictórica de Vedova, liberándola así de la esclavitud de la pared. Colgadas de un mecanismo dotado de brazos móviles y orientables, las telas bajan de las antiguas cerchas de la nave (de más de 60 metros) y alcanzan su posición dominando el espacio desde diferentes alturas, bajo campo de luz concentrado que garantiza una perfecta iluminación.
Un software, creado para gestionar el sistema, permite al conservador o comisario -en este caso Germano Celant, uno de los más célebres profesionales italianos- decidir dónde, cómo y con qué ritmo quiere exhibir las obras, ofreciéndole la posibilidad de programar un numero infinito de escenarios, que son memorizados en la secuencia deseada.
El criterio expositivo, que se basa en la poética expresionista y la gestualidad automática y abstracta de Vedova, intenta replantear su universo de movimientos, objetos, desequilibrios y asimetrías. "El proyecto reconstruye el ritual íntimo y personal, en el cual un pintor lleva su obra al nivel público. Las pinturas se materializan delante de los visitantes como si, con nuevas manos y ningún esfuerzo, Vedova las pusiera en escena", explica Celant, director artístico de la Fundación.
El sistema permite contemplar contemporáneamente una docena de obras, que después del tiempo programado vuelven entre bastidores, dejando paso a una segunda serie y así hasta completar la selección archivada. En total la rotación permite activar tres series de veinte piezas por hora.
El archivo, colocado al fondo de la sala y suspendido del suelo, se mantiene visible, pero inalcanzable para el público. La idea de la Fundación Vedova es establecer unos ciclos expositivos que permitan consultar el arte de Vedova y ofrecer al público la posibilidad de entrar en contacto con las obras caminando entre ellas y sumergiéndose en un universo pictórico en continuo devenir.
"El comisario se convierte en un director de escena, del que depende el movimiento de las telas, la secuencia de su entrada, los intervalos y las posiciones en las que se colocan, según inclinaciones y niveles previamente programados", explica Piano. Gracias a la máquina, más adelante las pinturas de Vedova se exhibirán con obras de artistas de la misma y otras generaciones, para así activar nuevos diálogos artísticos.
Además el montaje prevé la exposición de esculturas y obras 3D, instaladas sobre estructuras horizontales, superpuestas al plano inclinado del suelo. Para las piezas de pequeño formato se usarán paredes móviles, que se dispondrán en los laterales de la sala.
"El sistema está pensado para ser dinámico y flexible, ligero y reversible, para que su impacto sobre la estructura monumental del edificio sea prácticamente nulo", asegura el arquitecto, que una semana antes de presentar la Fundación Vedova, inauguró con gran éxito la ampliación (Modern Wing) del Art Institute de Chicago.
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