"Los sentimientos te sorprenden y te rompen"

José Antonio Nieto saca su cartera marrón y extrae el carné de concejal. "Fíjate qué careto tenía, da pánico, éste era yo sentado en mi escaño el día de la toma de posesión". Efectivamente, el líder del PP cordobés aparece tenso en la imagen. La instantánea se tomó el 16 de junio de 2007, día en que Rosa Aguilar tomaba posesión como alcaldesa de Córdoba. Nieto acababa de ganar las elecciones municipales, pero el pacto Izquierda Unida-PSOE sumaba un escaño más. Se llegaba así al fin de un proceso duro y largo, el joven dirigente andaluz había estado a punto de arrebatar a la izquierda una de sus capitales clave. La noche electoral fue de infarto y todos los que rodearon a Nieto en el hotel Córdoba Center se sorprendieron al ver la tranquilidad y la frialdad con la que vivió aquel recuento, viendo el Sevilla-Español por televisión. Tras ese pleno municipal que certificaba su derrota y tras una multitudinaria comida con compañeros de partido, Nieto llegó a casa ese 16 de junio y se derrumbó. Ese autocontrol del que todo el mundo le hace acreedor se rompió en un instante. "Cuando llegué a mi casa me puse a llorar como un crío. Le dije a mi mujer que quería estar solo, necesitaba soltar tensión y empezar otra etapa".

"Lo que ha dicho el Papa del presevativo es una barbaridad, la Iglesia Católica tiene que reflexionar", afirma

La suya fue una derrota agridulce. En realidad, supuso un hito en su carrera. Tras una campaña artesanal, con escaso apoyo incluso dentro de su propio partido -Córdoba no era

prioritaria en ese momento para el PP andaluz-, el joven admirador de Martin Luther King formado en las filas del CDS se imponía a Rosa Aguilar; vencía en el antiguo feudo del gran califa rojo Julio Anguita. Javier Arenas no tardó en empezar a dar vuelo a su pupilo cordobés. Recurrió a él para las elecciones autonómicas de 2008, consciente de su tirón electoral. Nuevo éxito. Nieto se convirtió también en parlamentario.

Fue entonces cuando se empezó a hablar del llamado efecto Nieto.

A sus 39 años, el vicepresidente del PP andaluz es señalado como uno de los delfines de Javier Arenas, como uno de sus posibles sucesores. Acumula los cargos de portavoz municipal de la oposición, presidente del PP cordobés y parlamentario. "Acumular tantos cargos es el mayor disparate", reconoce, "no es lógico y sólo es posible porque hay un equipo. Es una disfunción que habrá que corregir".

Nieto vive días calientes. La salida apresurada de Rosa Aguilar de la alcaldía para entrar en el Gobierno autónomo del socialista José Antonio Griñán le ha llevado a soñar durante unos días con la posibilidad de convertirse por fin en alcalde; eso, si se provocaba algún tipo de cisma en las maltrechas filas de IU. No parece que sea el caso. Esta semana, su propuesta de un gobierno de concentración para Córdoba, como si la ciudad se hallara ante el colapso, ha sido recibida, incluso entre miembros de sus propias filas, como una salida de tono.

Su amigo y ex compañero de despacho Javier Martínez recuerda con una sonrisa los primeros pasos políticos de Nieto. Con 21 años, se presentó al frente del Centro Democrático y Social en su pueblo, Guadalcázar, localidad eminentemente roja. "Era luchar contra molinos de viento. Sacó unos resultados desastrosos, pero era increíble la ilusión que ponía en una tarea imposible". Nieto arañó 67 votos. Necesitaba 79 para salir elegido. "Tuvo mucho mérito", dice Nieto.

Su padrino político, el ex europarlamentario del PP y actual vicepresidente de CajaSur Juan Ojeda, destaca que es de ese tipo de candidatos que despiertan poco rechazo en electores de otros partidos. Una especie de Gallardón del PP andaluz. Ojeda, que le conoce bien, cuenta que Nieto es un hombre que no se altera. "Me cuesta trabajo exteriorizar sentimientos", asume Nieto, "y no es una virtud. Si no eres capaz de abrirte, al final vas a estallar por donde menos lo esperas, incluso haciendo daño. Y a mí a veces me pasa: los sentimientos te sorprenden y te rompen porque no eres capaz de abrirte con naturalidad". Nieto reconoce como uno de sus méritos su fuerza de voluntad. Y tiene claro cuál es el mayor de sus errores: "Tengo dificultad en asumir errores".

De abuelo materno republicano, creció en un pueblo en el que el cine de verano proyectaba películas con quince años de antigüedad y los alumnos de cuarto, quinto y sexto de BUP compartían aula. "Guadalcázar era la Andalucía profunda a 20 kilómetros de Córdoba", resume. Su padre, tras trabajar en una fábrica de tornillos en el País Vasco, se compró un camión al volver al pueblo. Nieto idealiza esa infancia de jugar, vivir y hasta comer en la calle. "He aprendido mucho de gente que no tenía estudios. Tengo un amigo que dice: no podemos evitar ser catetos; sí, tenemos ese toque de confiar en la gente".

Cuando tenía 13 años, asistió al boicot de los vecinos a la tienda de ultramarinos de Isabelita porque su hijo se presentaba en una candidatura de la UCD. Le chirriaba que los supuestamente progres actuaran así. Allí empezó a nacer su vocación política.

"He estado siempre en una posición de centro político", dice Nieto en una calle de Córdoba cercana a la tienda donde cultiva su gran pasión, la fotografía. Contrario a la ampliación de la ley del aborto, acusa al PSOE de no haber sido generoso en la cuestión del matrimonio gay -por no acceder a llamarlo unión- y es taxativo en el asunto del preservativo: "Lo que ha dicho el Papa en África del preservativo es una auténtica barbaridad. La Iglesia Católica tiene que reflexionar". De Rosa Aguilar dice que "ha dado la vuelta al calcetín de su identidad". En cuanto a su amigo Francisco Camps, se pronuncia. "Es un gran tipo y un gran político. Confío en que no haya nada punible. Todos cometemos errores, todos. Posiblemente yo más que nadie. Y a lo mejor él ha podido cometer algún error en esta historia", declara; pero, conociéndole, añade, duda que haya podido meter la mano en la caja.

Su imagen de hombre moderado y humilde es discutida por sus adversarios políticos. "Se está aplicando con rigor a su papel", concede Andrés Ocaña, de IU, el previsible sucesor de Rosa Aguilar en la alcaldía, "pero se le ve más crispado, con rasgos de una dureza que no se le veían antes". Un ex miembro de la corporación, del PP, que fue apartado tras la llegada de Nieto a la dirección en Córdoba, asegura que es "un trepa". Su compañera María Jesús Botella, parlamentaria en Andalucía y cuñada del ex presidente Aznar, le defiende: "La moderación forma parte de su forma de ser".

Su jefe, Javier Arenas, se pronuncia sin paliativos: "Es uno de los políticos de más futuro en el PP andaluz y en el PP de España".

Las elecciones municipales de 2011 tienen la palabra.

Videogalería: Políticos del futuro

José Antonio Nieto: "Los sentimientos te sorprenden y te rompen"