Las chicas son guerreras
Las mujeres ganan peso en las series dramáticas de EE UU, feudos masculinos durante años
La moda empezó con Kyra Sedgwick, una actriz de 42 años y a la sombra de su esposo, Kevin Bacon (Mystic River, Sleepers), hasta que encontró The closer. La serie policiaca que estrenó Cuatro cambió su carrera, y su personaje como la encargada de homicidios dura de roer Brenda Leigh Johnson transformó el rostro de los dramas en la televisión estadounidense. Dos candidaturas al Emmy como mejor actriz dramática más tarde, el Globo de Oro en sus manos y una media de siete millones de espectadores por episodio han confirmado una cuarta temporada cuando la tercera no ha hecho más que empezar en la cadena TNT. A su alrededor proliferan nuevas series con el mismo cuño: mujeres de peso al frente de series dramáticas que durante años fueron dominio de hombres.
Algunas de ellas siguen los pasos de Sedgwick. Patricia Arquette vuelve a figurar este año entre las nominadas como mejor actriz en una serie dramática por su trabajo en Médium (Cuatro) y Marisa Hargitay obtuvo el Emmy el pasado año al frente de Ley y orden: unidad de víctimas especiales (Calle 13). Muchas artistas han probado el medio y les ha gustado, como las también candidatas al mayor galardón televisivo de este año en la categoría dramática, Minnie Driver, con The riches, y Sally Field (60 años), poseedora de dos Oscar y sendos premios Emmy, de vuelta a la pequeña pantalla como la matriarca de Cinco hermanos (Cuatro y Fox).
Tres nuevas ficciones repiten este esquema con mujeres al frente de su reparto, y los números no pueden ser más prometedores. Como los nombres que las encabezan. Glenn Close repite su experiencia televisiva con Damages, donde encarna para la cadena FX el papel de una abogada neoyorquina de armas tomar, Patty Hewes, que para defender lo que es justo no le preocupa cometer injusticias.
Otra actriz con pedigrí de Oscar y en la barrera de los 50, Holly Hunter, está al frente de Saving Grace en el papel de la mujer detective Grace Hanadarko, alguien que cuenta con la ayuda de su propio ángel mientras lucha contra sus demonios, incluido el alcohol.
La tercera de estas mujeres de rompe y rasga es Ann Bellowes, que interpreta Lili Taylor para State of mind de la cadena Lifetime. Una historia centrada en una psiquiatra que vive durante la consulta sus propias visiones, como si la doctora Melfi de Los Soprano contara con su propia serie. "Parece como si la televisión se esforzase para dar más de sí", comentó Taylor en rueda de prensa y ya enamorada del medio tras su trabajo en A dos metros bajo tierra (La 2).
Si la televisión se está volcando en dar una oportunidad a esta nueva generación de personajes femeninos es porque funcionan. La cadena TNT programó Saving Grace en Estados Unidos el mismo día que The closer y justo después de la serie de Sedgwick para arroparla todo lo posible. El resultado ha sido una audiencia media por episodio de cinco millones de espectadores y la decisión de encargar otros 15 para una segunda temporada cuando la primera no ha hecho más que empezar. Para Hunter, éste es el triunfo del antihéroe, un fenómeno que sacudió el cine de los setenta, pero que ahora afecta a la televisión y encima con mujeres. "Es un personaje que se mueve al borde de la legalidad, y eso me gusta", reconoció la actriz en la presentación de Saving Grace, que también es "algo más atrevida" que la programación habitual de esta cadena. "Se abren nuevas puertas para las mujeres en la televisión", añadió la actriz, ganadora de un Oscar por El piano.
La crítica no ha sido tan benévola con Damages, serie que la revista Entertainment Weekly describe como "mentirosa y manipuladora". Pero la interpretación de Close ha enganchado al público y en las dos primeras semanas de emisión ha logrado una media de tres millones de espectadores por episodio. A la protagonista de Atracción fatal el medio no le pilla de sorpresa y se siente como en casa. "Ya tuve que oír que me iba a cargar mi carrera cuando rodé el telefilme Something about Amelia", recuerda. Fue en 1984, y desde entonces Close, de 60 años, ha logrado cinco candidaturas al Oscar y diez nominaciones al Emmy, entre ellas la que logró con ese telefilme, en el que trabajó junto a Ted Danson, de nuevo a su lado en Damages. Además, la nueva serie es de algún modo la continuación de su último trabajo televisivo en The shield: al margen de la ley (AXN). A Close le gustó tanto la libertad creativa que conoció como Mónica Rawling en aquella serie, que revitalizó con su presencia, que propuso a la cadena FX continuar con su personaje en una serie propia, esta vez en la ciudad donde vive, Nueva York. La cadena cumplió su deseo de quedarse en la ciudad de los rascacielos para grabar Damages. Y como dice la actriz de Las amistades peligrosas , cualquiera de estos personajes muestra que los guionistas están decididos a "explorar papeles más complejos" para las mujeres. "Al contrario que en Hollywood, donde las mujeres de cierta edad o o las mujeres, en general, que no son tan guapas tienen más problemas", resume, con experiencia en ambos terrenos artísticos como para hablar con conocimiento de causa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.