Un ataque de periodismo contra Paris Hilton
La presentadora de la NBC Mika Brzezinski se rebela contra los excesos informativos sobre la rica heredera y trata de quemar en directo la noticia sobre su excarcelación
Una presentadora de la televisión estadounidense MSNBC intentó quemar en directo el guión con la noticia sobre la liberación de Paris Hilton; un semanario del corazón (US Weekly) ha prometido no publicar ni una línea sobre ella; y una radio (Fox) se ha declarado "zona libre de Paris Hilton".
Frente a estas muestras contadas de cordura periodística, las cadenas informativas y generalistas se han entregado con una devoción ilimitada a la cobertura de esta noticia y han iniciado después un clásico ejercicio de arrepentimiento con el que dan por perdonados sus propios excesos. La trama sobre las negociaciones y el precio de su primera entrevista desvela también el aspecto más turbio de un nuevo estilo de periodismo dedicado a hablar sólo de aquello que pueda hacer subir los índices de audiencia.
Larry King aceptó con resignación entrevistar a Hilton y triplicó su audiencia
Con casi un millón de visitas en YouTube, el éxito de la semana es el vídeo en el que la presentadora de la cadena informativa MSNBC Mika Brzezinski sufre un ataque de periodismo e intenta quemar con un mechero el papel con la noticia de la liberación de Paris Hilton. En aras de la seguridad, no de la ética, un contertulio impide que Brzezinski haga una fogata con el guión encima de la mesa. "Odio esta historia y no entiendo por qué tenemos que abrir con ella", dice en directo mientras sus compañeros asisten sorprendidos a su revuelta. Cuando se queda sin mechero, Brzezinski monta en cólera y acaba por romper el guión en pedazos mientras pide perdón a la audiencia por haber abierto el informativo con la noticia de Paris Hilton.
Hilton, heredera de un apellido millonario y un imperio incalculable, es el prototipo de la celebridad inexplicable: sin oficio conocido ni habilidades profesionales más allá de su capacidad ilimitada para el esparcimiento y la diversión, ha logrado ser famosa por ser famosa.
Paris Hilton pasó tres semanas en la cárcel por conducir sin carné (le fue retirado por conducir bajo los efectos del alcohol). Su salida de prisión esta semana fue retransmitida en directo de madrugada por las cadenas informativas; el despliegue fue tan desmesurado que una periodista de la CBS dijo con sarcasmo que no parecía la puesta en libertad de Paris Hilton sino la liberación de París en 1944.
Mientras ella sufría el rigor carcelario, su familia negoció con Barbara Walters la primera entrevista posliberación en el programa 20/20, de la cadena ABC, por una cantidad módica, 100.000 dólares. Abierta la subasta, la NBC rompió el mercado con una oferta que se ha cifrado en un millón de dólares por un paquete completo que incluía entrevista, reportaje y documental. Cuando se filtró que había dinero de por medio, nadie quería reconocer haber pagado o haber cobrado: los Hilton vieron venir un escándalo y optaron por conceder la entrevista, gratis, a la CNN.
Y así Paris Hilton acabó sentada frente a Larry King. Según Variety, King aceptó con resignación lo que le dijo uno de sus productores: que Hilton era la segunda mejor entrevista posible en el mundo después de Osama Bin Laden. La entrevista, como cabía esperar, mostró la vacuidad intelectual de la entrevistada, que se atrevió a leer extractos del diario escrito en su celda redactados con gramática infantil. Demostró que sabía leer.
Sin embargo, el programa de Larry King triplicó su audiencia habitual y consiguió, con 3,2 millones de espectadores, su mejor resultado en largo tiempo. La CNN se entregó a la promoción de la entrevista como si fuera, en efecto, con Osama Bin Laden: incluso imprimieron en pantalla durante horas un reloj con la cuenta atrás hasta el momento en el que comenzaba. Inmediatamente después, la cadena puso en marcha su propósito de enmienda, y Anderson Cooper (a quien, paradójicamente, se le conoce como "el Paris Hilton del periodismo") dedicó la hora posterior a analizar con petulancia el valor informativo de lo recién emitido. A continuación se repitió la entrevista.
Ha sido Paris Hilton, pero en su día fue Michael Jackson o Anna Nicole Smith: los medios de comunicación, y en especial las cadenas informativas de televisión, demuestran a diario que la rentabilidad de un filón rosa está por encima de cualquier criterio periodístico. El miércoles pasado, Larry King tenía que haber entrevistado al director de cine Michael Moore, a quien llamaron para cancelar su comparecencia.
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